Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas, pero este jueves en First dates intentaron derribar el mito con el especial Second Dates, y de las seis parejas que volvieron al restaurante, cinco salieron con su amor fortalecido y solamente una rompió.

Entre todas ellas destacó la de Aída y Manu, más que nada porque en su anterior cita en el programa de Cuatro, ella le rechazó argumentando la diferencia de edad que les separaba (37 frente a los 55 de él).

Pero el amor entre los dos surgió en el lugar más insospechado: "Coincidimos en el tren de vuelta a Barcelona. Vimos que teníamos mucha química y nos dimos un beso muy bonito, de película. Descubrimos que había algo y que el problema de la edad se iba a pique", contó Aída, que le entregó a Carlos Sobera una carta para su cita

Al llegar Manu al local, el presentador le recibió diciéndole: "La última vez que estuviste aquí, te dieron calabazas...", pero el pintor de yates se defendió diciendo que fue "porque a ella le chocó la diferencia de edad, pero a la vuelta tuvimos química y hemos ido a cenar, a entrenar juntos e incluso he ido al cine con sus hijos".

Sobera le hizo entrega de la carta donde Aída le daba las gracias "por lo que están viviendo". Un emocionado Manu besó a su pareja y le dijo que "ha sido muy bonito, no me lo esperaba, un detallazo. Creo en esto desde el primer momento en que te vi", a lo que ella le contestó entre risas que "yo, no".

Durante la cena, ambos hablaron sobre dar un paso más en su relación, pero mientras que Aída reconoció que "tengo un sueño, algún día, lejano, me gustaría casarme en Punta Cana vestida de blanco con mucha gente en la playa", el barcelonés le contestó que ya había estado casado dos veces, pero que hacer una fiesta para los familiares no le importaría.

Al final, los dos reconocieron que darían un paso más en su relación, confesando que "vamos a por todas", y sellando su compromiso con un beso.