Un matrimonio ha sido detenido por provocar la muerte del hijo de uno de ellos. El menor, de 12 años, llegó en estado grave a un hospital de Bloomington en Indiana donde falleció el pasado 24 de mayo. Su cuerpo mostraba múltiples signos de abusos prolongados y desnutrición severa. Luis Posso, de 32 años, y su esposa Dayana Medina Flores, de 25, están acusados de asesinato, negligencia, confinamiento criminal y agresión a un menor.

Fuentes policiales aseguran que el niño permaneció encadenado al toallero del baño de un motel con un collar eléctrico en su cuello. Según un comunicado de prensa del Departamento del Sheriff del Condado de Monroe, los detectives encontraron restricciones y un collar de descarga eléctrica destinado a los perros cuando registran la habitación del motel.

Los detectives encontraron un collar de descarga eléctrica destinado a los perros cuando registraban la habitación. Además, al examinar los teléfonos móviles de los acusados, se han encontrado vídeos donde puede verse al menor en la bañera, junto a imágenes de otros tres hijos de Flores que entraban y salían del baño, ignorándolo.

Los médicos que atendieron al menor, que llegó inconsicente al centro hospitalario, verificaron antes de su fallecimiento que presentaba úlceras, laceraciones y hematomas. El forense del caso declaró que el niño "estaba severamente demacrado" y que tenía poco peso, además de la existencia de signos de abuso "como tejidos blandos y magulladuras". En sus declaraciones, los dos acusados mantuvieron que el menor había enfermado y su estado era tan débil que no podía ingerir alimentos.

Al parecer el padre conservaba la custodia del menor, según declaró a la CNN y la madre biológica del niño no tenía conocimiento de que su hijo había salido del estado de Florida. Asimismo, esta dijo en una entrevista que desearía haber intervenido. "Nunca se me ocurrió que lo iban a encadenar como a un animal, o no lo iban a alimentar", añadió la progenitora.

El juez ha decretado prisión provisional con fianza de 500.000 dólares para cada uno de los acusados. Además, los otros menores, de 9, 5 y 2 años, están sanos y su custodia está a cargo de los servicios de Protección Infantil.