Illia Torralba es el cámara de

Amor Sobrenatural, pero también codirige la serie junto a

Rafael Fernández. Le gustaría llegar a ser buen

director de fotografía, aunque de momento tiene su estudio de montaje

metido en casa, algo que su gata no soporta demasiado.

¿Quién es Illia Torralba?

Soy el que está detrás del objetivo de la cámara y de la pantalla del ordenador, un voyeur profesional encargado de favorecer la transformación de la realidad que sucede ante mi cámara en fantasía audiovisual. Los actores recrean esa ilusión y yo estoy ahí para intentar recogerla y canalizarla de la mejor manera posible y desde la primera fila, soy su fan y para mi es una situación privilegiada.. Soy el pasivo-agresivo del tándem, (me adelantaré a los comentarios capciosos explicando que si Rafa es el artista yo sería su artesano) .

Rafa tenía un proyecto en mente que me comentó cuando yo había decidido dejar de ser un sub-empleado de este periódico. Me encantó la idea y le dije que a pesar de no seguir trabajando para el periódico me gustaría ayudarle a grabar el capítulo piloto. La experiencia fue tan divertida y enriquecedora que enseguida sentí que ese proyecto estaba hecho para mí. Cuando 20minutos decidió comprar la serie (cosa de la que yo no dudé ni un segundo) ya teníamos el segundo capítulo y le dedicábamos todo nuestro tiempo a trabajar en él.

¿Cómo son los rodajes?

Una aventura frenética, caótica y muy divertida. Somos un equipo de rodaje reducido a su mínima expresión, actores, director y cámara, a veces maquillaje, a veces alguien me ayuda con las luces... una tarea agotadora que nos obliga a dar un 200% de nosotros mismos, pero que se compensa con creces!

¿Con qué dificultades se han encontrado?

La carencia de presupuesto para poder contar con apoyo y material profesional continuado, cada capítulo le añade una página a nuestro libro de deudas de los favores que nos están haciendo. Debido a ser un equipo tan pequeño cada uno de nosotros tiene muchas responsabilidades de las que preocuparse y todas a la vez, Rafa dirige a los actores, produce y organiza los rodajes, pero también sujeta la pértiga, observa la escena y vigila que no venga la policía, yo me ocupo de la cámara, de las luces, el montaje y de la parte más técnica de la realización.

No paramos de cometer errores debido a ello pero creo que nos está curtiendo rápidamente y eso es un consuelo. Además estamos trabajando para un medio de comunicación dedicado a la producción de noticias y entretenimiento, acostumbrados a la inmediatez y a la caducidad casi instantánea de los productos que generan... eso a veces es un poco frustrante, pero se compensa por la libertad y confianza que nos han dado.

Vivo en un apartamento de 15m2, la sala de montaje está a menos de un metro de la cocina y tengo que tener cuidado de no encender el horno mientras trabajamos por si saltan los plomos y se nos jode el trabajo, mi gata tiene el instinto turbio y se pone con el celo cada vez que toca montar un capítulo, sospecho que la presencia de Rafa le añade hormonas a este, mi zulo. Tanto los fans como los detractores del proyecto son muy apasionados y yo no estoy muy acostumbrado a eso, pero Rafa, que sí que lo está, es una gran ayuda.

Yo aspiro a ser un buen director de fotografía básicamente, pero mis sueños se agrandan a cada día que pasa, en esa elección viene implícita la idea de poder vivir del cine y de proyectos tan personales y enloquecidos como este. Mis sueños profesionales son sueños personales, porque gracias a esta profesión cada día se aprende algo, o conoces a alguien nuevo o visitas un lugar diferente.