Temporales, a jornada completa y precarios, y además, con un sueldo menor... eso, si es que se especifica. Así son los trabajos que ocupan los jóvenes, entre 16 y 30 años. El 68% de los contratos que firman ni siquiera definen el sueldo que cobrarán.

«Es un vacío en una información esencial en el contrato. En la práctica, el salario que se promete durante la entrevista de trabajo no se acaba cumpliendo», explica el portavoz de Joves de la UGT Catalunya, Chakir el Homrani. «Esto se debe a la desidia o al pensamiento de que es mejor cuanta mejor información maneje el empleado sobre sus derechos para que luego no los pueda exigir», comenta.

Por ejemplo, por el miedo a que no le renueven el contrato. Y es que el 91,34% de los 1.500 contratos analizados son temporales, con una media de seis meses. «Una barbaridad», ataja El Homrani.

La cifra de indefinidos sigue bajando. Ha pasado del 14% de hace tres años a menos del 9% del último Informe de Control de Contractació de este sindicato. A ello ha contribuido el desplome de las conversiones de contratos temporales a fijos, con el final de las ayudas del Ministerio de Trabajo. «Esto demuestra que no hay voluntad de estabilidad y que la temporalidad comienza a verse como el modelo de contratación normal», lamentó El Homrani.

El 81% de contratos son a jornada completa y partida (46%). Además, en uno de cada cuatro casos especifica trabajar uno o dos días durante el fin de semana. La UGT de Catalunya exige un mayor control al Departament de Treball para que se respeten los derechos, que se reduzca el abanico de modalidades de contrato y que se penalice el empleo temporal.