Pero lo peor no esto sino que sólo pueden acceder a esta sala a través de un ascensor: no hay puerta de emergencias. En caso de apagón o incendio no podrían salir de ahí. Además, el ruido de las máquinas es insoportable, como pudo comprobar 20minutos.

«Por error bajamos al sótanos y nos tropezamos con las limpiadoras. La sorpresa fue cuando nos dijeron que ese trastero oscuro era su sala donde se cambian y descansan», comentó uno de los estudiantes que denunció el caso a 20 minutos.

Seis meses de calvario

Hace seis meses estas trabajadoras tenían un despacho junto al de los profesores, pero la universidad decidió trasladarlas porque faltaba sitio para los docentes. Desde entonces se han quejado a la Administración sin éxito.

Por su parte la Universidad de Murcia explicó que sólo es un lugar transitorio y que en dos semanas tendrán una nueva sala, aunque aclaró que son trabajadoras de una empresa externa y que la universidad no tenía la obligación de cederles un sitio en el campus.