Estos sanitarios, que prestan sus servicios en residencias de ancianos, el instituto del menor y la familia o centros de incapacitados, reivindican la homologación con sus compañeros de la Consejería de Sanidad y consideran que "han sido despreciados por la consejera Gádor Ongil" ya que no ha contactado con ellos tras nueve días de huelga en febrero y marzo.

Cinco días y para buscar un empleo

Todos ellos han presentado una solicitud de excedencia de motivos particulares, prevista en el artículo 34 de su Convenio Colectivo. Acto seguido han acudido a la Dirección General de Recursos Humanos de la Consejería de Sanidad a solicitar trabajo en la misma, dado que, en varias ocasiones los responsables de la Consejería de Sanidad han señalado "la necesidad imperiosa de de contratar más médicos dada la escasez de estos profesionales".

Una protesta sin servicios mínimos

"A diferencia de la huelga, la excedencia no prevé la figura de servicios mínimos, de la que abusó la Consejería de Familia y Asuntos Sociales durante el pasado conflicto. Ello significa que literalmente la mayoría de sus centros podría quedarse sin los médicos que se marchan con excedencia y que tampoco podrán contratar nuevos de manera inmediata, dado que no los hay disponibles en el mercado de trabajo", afirman.