La Audiencia Provincial de Castellón ha absuelto al gerente de una cafetería de Benicàssim (Castellón), acusado de matar a un cliente al que degolló cuando se encontraba en la terraza de su establecimiento en julio de 2017, del delito de asesinato del que es declarado autor, al concurrir la exención de responsabilidad criminal de alteración psíquica y le impone la medida de seguridad consistente en el internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario por un periodo que no podrá exceder de 22 años.

Así, el magistrado ha dictado sentencia de conformidad con el veredicto del jurado popular que le juzgó la pasada semana y que le declaró culpable de la muerte de la víctima, aunque consideró probado que, en el momento de la comisión de los hechos, el procesado estaba afectado de trastorno bipolar y esquizofrenia que anulaba su capacidad intelectiva y volitiva.

Además, se impone al acusado la medida de libertad vigilada porun tiempo de cinco años con posterioridad al cumplimiento de la medida de seguridad privativa de libertad, con el contenido previsto en el artículo 106.1.k) del Código Penal.

En concepto de responsabilidad civil derivada del delito,se condena al acusado a que indemnice a la mujer e hijo de la víctima con más de 216.000 euros, más los intereses legales, y del pago de dichas cantidades la sentencia declara la responsabilidad civil directa de la entidad con la que había contratado el procesado hasta el límite máximo de la cobertura asegurada en la póliza de seguros -150.000 euros-.

La sentencia da como probado que el 8 de julio de 2017, el acusado, que era el gerente y encargado de un bar-cafetería de Benicàssim y estaba afectado de un trastorno bipolar y esquizofrenia que anulaban totalmente su capacidad intelectiva y volitiva,atendió sobre las 7.46 horas en el establecimiento a un cliente habitual que se encontraba sentado en la terraza, de espaldas a la puerta del bar.

BROTE PSICÓTICO

Como consecuencia de su alteración mental, el procesado sufrió un brote psicótico empezando a sufrir alucinaciones auditivas que le llevaron a la firme convicción de que tenía que acabar con la vida del cliente, para lo cual colocó en la entrada del local una barra de hierro y dos cuchillos grandes de cocina y esperó pacientemente a que por la calle no transitaran coches ni transeúntes.

De este modo, al observar el acusado que no había coches ni peatones en la calle, asió la barra de hierro y se aproximó por la espalda al cliente, asegurándose con la sorpresa de su actuar que estaba impedido de toda defensa, y procedió a golpear fuertemente con la misma en la cabeza del hombre hasta en diez ocasiones, causando varias fracturas en el cráneo y diversas contusiones en el lóbulo cerebral temporal izquierdo y en el lóbulo cerebral frontal medio con diversos hematomas hemorrágicos que provocaron su aturdimiento e imposibilidad de huida y de defensa al tratarse de lesiones que por sí mismas tenían riesgo vital.

La sentencia añade que, al observar el acusado que no se producía la muerte del cliente, y para asegurar definitivamente la misma, entró en el local para coger uno de los cuchillos que había depositado en la puerta y salió a la terraza y le atacó por la espalda, asestándole una fuerte puñalada en el costado derecho que se introdujo en el pulmón.

Acto seguido, el acusado, para asegurar igualmente la muerte del cliente, al ver que quedaba con vida después del último ataque,volvió a entrar al local, cogió el otro cuchillo y volvió a laterraza, donde le atacó con el mismo y le seccionó su cuellode izquierda a derecha, que provocó su muerte inmediata.

El acusado tenía concertada póliza de seguro con cobertura de responsabilidad civil sobre el bar-cafetería en el quesucedieron los hechos con una entidad aseguradora, en vigor al momento de los mismos.