En su declaración, la ex mujer de E.T.R. ha explicado que tras 14 años de casados se divorció del acusado de mutuo acuerdo y concretó un régimen de visitas para que sus dos hijos en común fueran a verle los martes y los jueves por la tarde y los fines de semana alternos. Así, la testigo ha indicado que el encausado, del que ha asegurado que tiene un carácter "nervioso" y que "no soportaba" los llantos de los niños, llevaba a sus hijos a la vivienda que compartía con I.M.R.M. y con los hijos de ésta.

Asimismo, la testigo ha apuntado que la convivencia en esa casa iba "bien" hasta que unos días antes de la muerte del bebé, su hijo mayor le hacía preguntas y le preguntaba "si era normal" que si su padre hiciera "cosas malas" a los hijos de la otra acusada.

De esta manera, ha testificado que su hijo le manifestó que vio a su padre encerrar en un cuarto a oscuras, golpearle en la cabeza o bañarle con agua fría al niño mayor de I.M.R.M. y que le "pegaba en la boca con el biberón" al bebé. "Una vez me dijo que estaban en una tienda y que el niño mayor le dio una pataleta por lo que E.T.R. le cogió por un brazo y le llevó a la casa para encerrarle en un cuarto y como no se callaba le puso una almohada en la cara y mi hijo dijo que parara que le iba a hacer daño", ha añadido.

Además, ha declarado que sus hijos se sienten "responsables" de la muerte del pequeño y que pese a que "en los últimos días, no les gustaba" estar con su padre "querían ir allí para cuidar de los pequeños". De igual modo, ha manifestado que cuando les comunicó a sus hijos la muerte del bebé, su hijo mayor respondió que "seguro que ha sido mi padre que ya le avisé que se le iba ir de las manos".

Con respecto, a I.M.R.M., la testigo ha indicado que sus hijos le comunicaron que en una ocasión vieron como la acusada "bañaba con agua fría" a su hijo mayor y para que no llorase le gritaba "calla, que viene E.T.R.".

El testimonio del hijo del acusado ha sido mencionado por el jefe del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional quien, en su condición de instructor, ha señalado que el hijo del acusado declaró que había sido testigos de "episodios importante de violencia" entre los que se encontraba uno en el que "I.M.R.M. golpeaba a su hijo mayor y que luego lo bañó con agua fría".

Por otra parte, el oficial de la Policía ha indicado que inicialmente se tomó a los acusados declaración en sede policial en calidad de testigos pero que cuando los forenses decretaron que el bebé presentaba "numerosos hematomas" así como traumatismos en el cráneo en la parte frontal y parietal que se correspondían "a tres golpes" que no habían causado fractura pero si hemorragia "que le causó la muerte", se les detuvo y se volvió a prestar declaración.

En este sentido, el oficial ha indicado que en ambas declaraciones mantuvieron una versión de que ambos acostaron juntos al bebé sobre las 19,00 horas y que en torno a la 1,00 horas la acusada se dio cuenta de que el pequeño estaba muerto, si bien ha apuntado que al final de la investigación ambos acusados tenían "versiones contradictorias". En ese aspecto, ha explicado que inicialmente E.T.R. dio una versión de a dónde se fue tras acostar al niño para luego cambiarla a una segunda versión "que sí ha sido corroborada" por lo que ha descartado que el acusado haya colaborado inicialmente.

"SOLO QUIERO JUSTICIA"

De otro lado, ha declarado el padre biológico del menor fallecido, quien ha indicado que se encargaba de cuidar tanto a su bebé como el otro hijo de I.M.R.M. hasta que le impusieron una orden de alejamiento de ella y se fue a Málaga "para cumplir ese mandato" si bien ha señalado que preguntaba por los niños a través de su hermana que estaba en contacto con la encausada. Así, ha indicado que en el año y medio que vivió con la acusada no vio ningún maltrato a los menores si bien vio una vez que el hijo mayor estaba "castigado fuera en el rellano" cuando contaba sólo "con dos añitos".

Con todo, el padre del bebé fallecido ha indicado que se ha presentado en la causa como acusación particular "para que se haga justicia" subrayando el hecho de que "no ha pedido" que se le dé una indemnización.

Además, en la sesión de este martes, ha declarado una vecina de los acusados quien ha indicado que en la noche de autos, escuchó a la acusada gritar "me lo han matado" y "está muerto, está muerto" y que al acercarse a su casa vio como E.T.R. llevaba el bebé en brazos para trasladarlo al hospital y que I.M.R.M. estaba "muy nerviosa" por lo que se ofreció a quedarse con el hijo mayor de la acusada. Así, ha indicado que cuando se quedó con el pequeño vio como este tenia "moratones" en los brazos y en la cara.

Cabe recordar que la Fiscalía y la acusación particular que ejerce la Junta de Andalucía piden para los encausados 28 años y siete meses de prisión por un delito de asesinato y dos delitos de maltrato habitual en el ámbito familiar. De otra parte, la acusación particular del padre biológico solicita la prisión permanente revisable mientras que las defensas de ambos encausados sostiene la inocencia de sus representados.