El 4% de los niños y

adolescentes de la Comunitat, unos 36.000 en total, son ya

hipertensos porque su peso está muy por encima del recomendado. La voz de alarma la dio ayer la doctora Empar Lurbe, jefa de Pediatría del Hospital General de Valencia, en el marco de un congreso sobre riesgo

cardiovascular que se celebra estos días en la capital del Turia.

La causa radica en que uno de cada cuatro menores valencianos padece

obesidad o sobrepeso, lo que se convierte en un factor de riesgo fundamental. Además, el organismo en esas edades está en desarrollo, lo que complica los efectos.

«Vamos a encontrar enfermos de hipertensión

mucho antes por el aumento de la obesidad. Hasta ahora sólo pensábamos que eran hipertensos los enfermos renales y cardiacos», explica la doctora Lurbe.

Para detectar esta

dolencia silenciosa, como la llaman los médicos, porque no tiene síntomas, el primer control se hace a los cuatro años. «Es un buen momento», señala la doctora.

El principal problema sigue siendo la falta de un correcto

diagnóstico. «La gente no es consciente de su gravedad porque no duele». De hecho, sólo el 40% de los enfermos está bien controlado.

En cuanto a la población general, uno de cada tres adultos de la Comunitat es hipertenso, y tiene alto riesgo de padecer un

infarto o ictus. El sobrepeso también está disparando las cifras entre ellos, y el porcentaje de control es mayor en las mujeres que en los hombres, una tendencia que se ha

invertido en los últimos años, según los expertos reunidos estos días en Valencia.

Las dietas de los comedores escolares son el gran caballo de batalla para los profesionales sanitarios. «Muchos niños comen allí todos los días, y en general están poco regulados», explica el presidente electo de la Sociedad Española de Hipertensión, Pedro Aranda. En el hospital General de Valencia existe la primera unidad de riesgo cardiovascular en niños y adolescentes, que se encarga de formar a profesores de educación física y dice a los padres y cocineros de colegios qué comprar y cómo guisar. «Los niños deben aprender a comer y a hacer ejercicio físico en el colegio», concluye la doctora Lurbe.