No hay semana en la que los comensales de First dates no sorprendan a los espectadores. Este lunes fue el turno de Clara y Alberto, que llegaron al restaurante de Cuatro en busca del amor y que tuvieron una curiosa despedida.

La joven llegó al programa afirmando que vive de "tatuar y de ir al semáforo a hacer malabares para sacarme algo de dinero extra". Además, definió su estilo como "punky y alocada. Es más, en cada concierto que voy, entre copa y copa, me subo al escenario y hago un calvo", y que buscaba "lo que salga porque no quiero cerrarme. Tengo 19 años y no quiero estar cuatro años en una relación, me parece una pérdida de tiempo". Carlos Sobera no dudó en afirmar que "esta noche te vas a enamorar".

Su cita fue Alberto, un DJ de Barcelona que reconoció que "una de mis pasiones es la música, concretamente el hardcore" y que buscaba "una relación abierta hasta que cumpla 30 años o por lo menos hasta que encuentre a una persona que con la que piense que pasaré el resto de mis días".

En la cena hablaron de sus gustos musicales [en los que coincidían bastante], a las tribus urbanas a las que pertenecían, sobre el tipo de relaciones que tendrían... y al final ambos decidieron volver a quedar: "Cuando vengas a Madrid, nos vamos de rave", le dijo Clara.

Pero justo cuando Sobera se despedía de ellos en la puerta del local, a la madrileña se le escapó un eructo en la cara del presentador, que no dudó en gritar: "¡Madre mía! ¿Qué ha sido eso?, ¿Pero qué has tomado?". Clara se excusó diciendo que había sido efecto de "la cerveza", y Sobera le contestó: "Guau, me ha dejado..." dándose unos golpes en el pecho antes la risa del barcelonés.

"Es la primera vez en tres años que una comensal me eructa en la cara", le narró a Matías y Lidia el presentador con cara de asombro. "Esas cosas te salen del corazón", le dijo el barman. A lo que Sobera le contestó muy serio: "No, te salen del estómago".