Shin Chan se estrenó en 1992 y lleva 27 años en antena. Pero a pesar de su edad, esta irreverente seria japonesa, que perdió a su autor prematuramente, sigue de actualidad, pues vuelve a las televisiones españolas gracias a Fox. El próximo 24 de mayo, a partir de las 13:45 horas, comenzará a emitirse diariamente.

Este niño travieso, descarado y rebelde ha conquistado a medio mundo gracias a sus comentarios, su poco tacto o su forma de hablar con las chicas, un comportamiento poco común en un niño de cinco años.

Y es que el personaje principal, Shinosuke Nohara (Shin Chan para los amigos) ha dejado momentazos memorables en la historia de la animación.

¿Cómo olvidar el baile mítico de Shin Chan? Su "trompa, trompa", acompañado de movimientos giratorios de sus genitales, son la seña de identidad de Shinosuke.

Lo bueno, o lo malo, era el poco pudor que tenía, pues no le importaba enseñarla en la piscina, en el colegio, en su casa o incluso en la calle. Y lo que el personaje tampoco entendía era por qué el resto de personas no eran como él y sentían tanta vergüenza al enseñarla.

Lo más probable es que Shin Chan se pasara más tiempo con los pantalones quitados que puestos. Y es que otro de sus bailes típicos era el "culito, culito".

Se bajaba los pantalones, se ponía en pompa y bailaba moviendo el trasero a un lado y al otro. Además, a veces lo utilizaba como baile de seducción o incluso como saludo. En definitiva, un niño sin complejos.

Shin Chan también tenía su propia serie dentro de la historia: Ultrahéroe, basada en la mítica serie japonesa Ultraman.

Shin Chan era un fan acérrimo de esta serie, tanto que soñaba con ser uno de sus personajes, se enfadaba si no lo emitían un día e incluso imitaba la postura de Ultrahéroe delante de la tele.

Muchos no lo recordarán, pero Shin Chan también tuvo momentos más serios. Sin alejarse de su humor característico, la familia Nohara pasó por situaciones difíciles como que su casa volara por los aires.

¿Y por qué explotó la casa? Cómo no, por culpa de Shin Chan. El gas abierto, un niño de cinco años y un mechero a su alcance se tradujo en esta catástrofe.

Afortunadamente tenían un seguro a todo riesgo contratado que los realojó durante un tiempo en un piso. Esta nueva casa estaba situada en un bloque de apartamentos antiguo y pequeño, pero trajo situaciones de lo más variopintas, sobre todo gracias a los vecinos.

Pero todos los momentazos de Shin Chan no venían solo de parte de la familia Nohara. Nene, amiga de Shin Chan, y su madre también eran personajes muy diferentes y divertidos.

Moeko, la madre de Nene, desataba su rabia sobre un peluche de un conejo gigante. Y es que eran muchos los momentos de estrés que vivía, sobre todo cuando tenía que tratar con Shinosuke.

Nene, por su parte, tomaba como referencia a su madre, por lo que golpear a un peluche también formaba parte de su carácter. De hecho, le encantaba jugar a mamás y papás con sus amigos, momento en el que se veía el tipo de situaciones que vivía en casa y tenía como modelo.

Shin Chan era un niño desinhibido, sin pudor ni complejos, por lo que solía tratar a todo el mundo de la misma forma. Sin embargo, su relación con Kazama era algo más especial.

Kazama era de buena familia, por lo que sus modales y su educación eran más refinados. Es decir, todo lo opuesto a Shinosuke. Y este contraste era el que protagonizaba los mejores momentos.

A Shin Chan le daba igual el estatus o el protocolo, él tenía una relación muy cercana con su amigo y eso era lo importante. Si quería acercarse con sigilo a Kazama y soplarle o chuparale la oreja a modo de saludo cariñoso, lo hacía, y punto.

Si hubiera que elegir un personaje coprotagonista de la serie ese es, sin duda, Misae Nohara. La madre de Shin Chan pasaba mucho tiempo con él y era la que más lo sufría.

Muchos eran los momentos donde Shinosuke le sacaba los colores a su madre en público. Pero la relación entre ambos era especial, con momentos de cariño y discusiones.

Lo cierto es que Misae bastante aguantaba, porque Shin Chan la llamaba vieja, fea, monstruo del culo gordo, le decía que no tenía pecho y, en general, se dirigía a ella con muy poco respeto. Vamos, que da igual que fuera su madre, Shin Chan tenía salidas para todos.

"Hola, soy Shinosuke. Tengo cinco años. ¿Te gusta el pimiento?" era la carta de presentación de Shin Chan a la hora de dirigirse a una chica. Porque, obviamente, a él no le gusta el pimiento, lo avisaba incluso en la cabecera.

Y es que, a pesar de su corta edad, este niño ya estaba pensando en ligar. Le encantaban las chicas guapas y jóvenes, lo que él consideraba opuesto a su madre. Su forma de hablar con ellas no era de lo más ortodoxa, pero ellas siempre lo veían gracioso y divertido porque, en realidad, se trataba de un inocente niño.

Se le puede considerar ligón, mujeriego o enamoradizo, pero no. Los sentimientos de Shin Chan estaban claros. Por mucho que hablara con otras chicas, su corazón le pertenecía a Nanako.

Cuando la conoció tuvo un flechazo, se enamoró al instante. De hecho, Shinosuke solo se comporta educadamente cuando está ella, por lo que quizá no sea mala idea que acaben juntos.

Sin embargo, Nanako, como el resto de las chicas, lo ve como lo que es, un niño de cinco años. Un amor imposible, al menos de momento.

Los hermanos pequeños siempre terminan imitando a los mayores, así que cuando Misae decidió tener un segundo bebé, aceptó tener un segundo Shin Chan.

Himawari era la pequeña de los Nohara, un bebé adelantado a su edad, como Shinosuke. Su amor por los objetos brillantes (sobre todo las joyas) y por los chicos guapos era equivalente al comportamiento de su hermano.

Cuando crezca, Shin Chan y ella formarán un dúo imparable, una pareja de hermanos que será imposible de controlar por sus padres. Que teman los chicos y las chicas guapas.