El cadáver del animal, muy similar a una ballena, fue trasladado en un camión precisamente a las instalaciones de Cogersa, en Serín (Gijón), donde ha sido enterrado bajo tierra.
"Se le ha tratado como un residuo más", han dicho desde Cogersa en relación al procedimiento realizado ante la llegada del enorme cetáceo.
La gestión de este tipo de animales que se encuentran varados frente a las costas asturianas corresponde a la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Gobierno asturiano. No obstante, desde el departamento no han informado acerca del episodio ni de si se han recogido las oportunas muestras del animal antes de enterrarlo.
La atención de ese tipo de animales correspondía antes a Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas (Cepesma) en virtud de un convenio con el Principado suscrito en 2002 pero que fue roto en el año 2016. Desde entonces se ocupa el Principado.
El aún presidente de Cepesma, Luis Laria, ha lamentado que no haya más información sobre este tipo de episodios, entre otras cosas por transparencia y por todo lo que tiene que ver para la sensibilización de la sociedad. Laria critica el mutismo y no entiende que Asturias carezca aún de un protocolo claro para la localización de animales en las costas asturianas.
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