Los Premis Llibertat d'Expressió llaman a proteger el secreto profesional y "alejar el odio al periodismo"

  • La Unió de Periodistes Valencians ha celebrado la entrega de sus Premis Llibertat d'Expressió, que este año ponen el acento en la necesidad de proteger el derecho constitucional al secreto profesional y alertan contra el "odio" y las crecientes "amenazas"

a la labor periodística.

En la ceremonia, celebrada en el MuVIM de València, se ha hecho entrega de los reconocimientos a los periodistas de Diario de Mallorca y las agencias Europa Press y EFE que sufrieron la incautación de móviles y efectos por su investigación en el Caso Cursach. También se ha recordado al periodista saudí asesinado Jamal Khasshogi.

El acto, presentado por el periodista Juan Nieto, ha contado con la asistencia, entre otros, del president de la Generalitat Ximo Puig, el alcalde de València, Joan Ribó y el delegado del Gobierno, Juan Carlos Fulgencio. También ha acudido el presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España, Nemesio Rodríguez, y la presidenta de la Unió, Noa de la Torre.

En nombre de Khasshogi, ha recogido el galardón Reporteros Sin Fronteras, que ha agradecido la distinción con un vídeo. La entidad fue una de las organizaciones que instó a Turquía a pedir a la ONU una investigación sobre el asesinato del periodista en la embajada saudí de Estambul en 2018.

En representación de los medios Baleares, han estado presentes el redactor de Diario de Mallorca, Kiko Mestre; la delegada de Europa Press en las islas, Antonia López, y el delegado de EFE en la Comunitat Valenciana, Adolfo Ibarra.

Mestre ha manifestado que este premio "es la consecuencia de la indignación general que ha producido el embargo, que considera "del todo ilegal" de sus teléfonos móviles e informáticos, con "la única intención de dar con sus fuentes de información dentro del Caso Cursach".

"Lo que es grave no es que se haya intervenido el teléfono móvil personal de dos periodistas que escribían del caso Cursach, sino que antes ya se había espiado todas nuestras llamadas, para encontrar nuestras fuentes, una situación insólita en estos tiempos de democracia", ha manifestado Mestre.

Por su parte, el presidente de la FAPE ha tildado este episodio como "uno de los ataques más grave a uno de los derechos que hacen posible el periodismo, el derecho al secreto profesional" y ha señalado que "sin la protección de las fuentes, el periodismo dejaría de existir".

"Ninguno de los escándalos de corrupción que se han destapado en nuestro país hubiera sido posible sin la garantía de confidencialidad que las fuentes recibieron de los periodistas', ha considerado Rodríguez.

Al respecto también se ha pronunciado la presidenta de la Unió de Periodistes, Noa de la Torre, quien se ha preguntado "¿qué mensaje se envía a las personas que quieren hacer un paso y denunciar la corrupción a un periodista confiando en su protección y anonimato".

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