La huelga de los vertederos de la provincia llega a su fin. Tras 45 días de paro, los empleados han llegado a un acuerdo con la concesionaria del servicio, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), y vuelven al tajo hoy mismo. Finalmente se les aplicará la subida salarial prevista en el convenio provincial. Sin embargo, parece que el paro tendrá otros efectos.

El comité de empresa calcula que en las ocho plantas de transferencia que hay en la provincia se acumulan unas 50.000 toneladas de desperdicios que no van a poder ser tratados.

La ley establece que los residuos deben reciclarse en las 48 horas posteriores a su depósito, según ha explicado Antonio Ordóñez, miembro de este colectivo. Y es que los gases que desprenden estas basuras tras siete semanas descomponiéndose podrían ser nocivos para el personal que las clasifica. «Tendrán que ser enterradas sin tratarse», sostiene.

Pero éste no será el único problema que deberá afrontar FCC en los próximos días. El traslado de los residuos desde las plantas de transferencia hasta los vertederos de Alhendín y Vélez de Benaudalla tampoco será un camino de rosas.

«Los restos deben ser trasladados en camiones herméticos como los que usamos normalmente, pero no hay suficientes. Traerlos en otros normales podría ser peligroso», asegura Ordóñez. Los trabajadores confían en que el Seprona vele por que estos traslados se hagan con las medidas de seguridad pertinentes.

Diputación, alerta

Aunque se ha mostrado «contenta» por la resolución del conflicto de los vertederos, la Diputación de Granada ya ha anunciado que actuará «hasta las últimas consecuencias» si se demuestra que la empresa no ha cuidado de los efectos medioambientales durante la huelga. Se plantea incluso rescindirles el contrato si la investigación de la Fiscalía va en esta línea.