Con motivo de su charla en la Universidad de Murcia (UMU), Kaufmann ha aconsejado ver los fracasos y debilidades institucionales que conllevan a tal corrupción, por lo que "para estudiar, analizar y medir tales problemas institucionales no cabe otra que mirar a las distintas dimensiones de gobernanza, a nivel político, económico e institucional".

Para recordar que uno de los aspectos fundamentales es la transparencia, pero "ningún gobierno, por muy efectivo que sea el sector público, podrá tener la capacidad de ser auditores perfectos del mismo, en cuanto a cada detalle de contratación".

Transparencia, ha continuado, "es una forma de crear 50 millones de auditores: la ciudadanía", que, a su parecer, sí está interesada "porque al fin y al cabo, se beneficia o se perjudica si la gobernanza y tales procesos de contratación son o no éticos o están bien hechos".

Tras señalar que éste solo es un ejemplo "y que hay otros tipos de falta de gobernanza en muchos lugares, incluyendo la financiación de campañas políticas, donde es muy importante transparentar y tener reglas del juego en cuanto a conflictos de interés entre el sector público y privado, y el sistema regulatorio", ha señalado que la transparencia por sí sola, sino está combinada y traducida a rendición de cuentas con participación ciudadana, "no funciona".

En este sentido, ha asegurado que en España se ha avanzado en este sentido, así lo demuestran las elecciones generales del pasado 28 de abril, ha apuntado, "pero no es el caso en muchos países del mundo y de Europa como Hungría, Polonia, Turquía o Rusia, donde ha habido un retroceso en la calidad de la voz democrática de la ciudadanía".

En otras zonas, como en América Latina, donde sí ha habido avances en cuanto a transparencia y voz democrática, concretamente ha citado a su país natal, Chile, "quedan pendientes desafíos como Venezuela y el control de la corrupción".

MÁS CONTROL DE CORRUPCIÓN EN ESPAÑA

En el caso de España, ha mencionado que se encuentra entre los 60 países mejores del mundo, lo que conlleva la pregunta de "¿por qué un país tan sofisticado y con tanta ambición como España no aspira a estar más arriba?".

De hecho, ha señalado, hay países como Chile y otras regiones emergentes que están a un nivel de control de corrupción igual e incluso más alto que España, por lo que "obviamente quedan desafíos pendientes y estudios en profundidad sobre tales desafíos, dónde está España y qué hacer".

El entorno mundial, tanto la economía como la política global, ha estado cambiando de forma "significativa" en los últimos cinco años, "con las tendencias nacionalistas, populistas y antidemocráticas ocurridas en distintos países", con cambios en el comercio internacional, "con elementos negativos por el gobierno presente de EEUU y el desafío del Brexit" a lo que se suma "el gran desafío del cambio climático", así, según Kaufmann, "a nivel nacional y local, no queda otra que preguntarse si se suben al tren o siguen en el pasado".

La tendencia humana y los incentivos políticos, en muchos casos, "conspiran contra la necesidad del cambio y la tendencia es quedarse con el status quo, que se considera menos arriesgado a corto plazo", pero "a medio y largo plazo, el costo es mucho mayor" por lo que aunque haya riesgos a la hora de adoptar esos cambios, aconseja "ser audaz", porque "hay que considerar los costos para la próxima generación".

Finalmente, el experto ha hablado de la importancia de que los gobiernos no estén muchos años en el poder, porque "la calidad de gobernanza disminuye", sobre todo cuando hablamos del mismo líder, ha apuntado, aunque también sufren cuando los términos del gobierno caen muy temprano.

Sobre las elecciones generales del 28A, Daniel Kaufmann ha señalado que "fue un voto favoreciendo la continuidad de la democracia institucionalizada, y un voto en contra de posibles tendencias antidemocráticas y ultranacionalistas".

Aunque, ha aclarado, "no debe ser interpretado como un punto de ideología, porque en muchos países esos peligros contra la democracia puede existir en la extrema izquierda". Son elementos antidemocráticos "que pueden estar en todos lados", ha subrayado.

No es un asunto ideológico, ha apostillado el presidente y director ejecutivo del Instituto de Gobernanza de los Recursos Naturales, "la corrupción cruza las ideologías, la ética y la integridad".