En un comunicado, el colectivo lamenta que la Comunidad se ha caracterizado por autorizar actuaciones productivas "en cualquier parte y de cualquier manera", valorando solo el beneficio "a corto plazo", aunque sea en una "mala" ubicación o generando "daños o conflictos".

Así, cuatro décadas después del autogobierno, la región "sigue atascada en el desorden territorial propio de la mentalidad de posguerra del pasado siglo", y durante los distintos ejecutivos se han sucedido la construcción "excesiva" y en lugares "inadecuados", las obras públicas "sobredimensionadas o innecesarias", la "destrucción" de suelos fértiles para instalar polígonos industriales "vacíos" y la "recuerrente tentación de llenar nuestras montañas de molinos eólicos".

Ejemplos, señala Arca, de "conflictividad social", con sentencias contrarias a la administración autonómica que además de crear "inseguridad jurídica" y "deteriorar la imagen de Cantabria" tienen una "negativa repercusión económica y ambiental".

Frente a ello, la asociación apuesta por el "orden" en la ubicación de sus actividades productivas, para "orientar y favorecer" un modelo con visión "a largo plazo, econ*mica y ambientalmente sostenible", y que no genere "conflictos" sociales ni "enfrente" a sectores económicos.

Así, y aunque a lo largo de la última legislatura se ha intentado dar "un paso histórico" para avanzar en la adecuada ordenación del territorio cántabro elaborando el "largamente" demandado PROT, que "debió haberse realizado hace 16 años", sigue sin aprobarse.

El documento, acabado en 2017, "podrá ser mejor o peor" valorado, pero "mejora mucho" la situación actual, al ordenar los usos del suelo. "No se impide ninguna actividad, simplemente se ordena", sostiene Arca, para quien "se trata de hacer las cosas bien y no simplemente de hacerlas de cualquier manera o premeditadamente mal".

En este sentido, lamenta que pesa al "amplio y relevante" proceso participativo y de consenso social alcanzado, "uno de los partidos del actual Gobierno" PRC-PSOE "decidió congelar el plan y condenar a Cantabria a seguir padeciendo el actual desorden territorial, causa de que nuestra región siga deteriorándose por todos los abusos, conflictos y derroches económicos que hagan falta, al servicio del clientelismo

político y los amigos influyentes".

Para finalizar, Arca lamenta que los dirigentes regionales han "vuelto a evitar la posibilidad de orientar la actividad económica y ambiental de manera sostenible, para seguir facilitando el deterioro de nuestro recurso base, que es el territorio".

"Cantabria necesita otro tipo de políticos y políticas que nos hgan superar el actual estancamiento provocado por la obsoleta mentalidad desarrollista de posguerra de hace 70 años", concluye la asociación ecologista.