El juez del caso de divorcio de Paul McCartney reprendió en su sentencia a la ex esposa del cantante, Heather Mills, por haber dado testimonios "inconsistentes e imprecisos" durante el proceso, según detalles del fallo que han sido divulgados.
El juez Hugh Bennett, quien el lunes ordenó a McCartney pagar a Mills unos 30 millones de euros, dijo que ella dirigió su propia defensa de manera "cortés, aunque con determinación de acero" tras haber despedido a sus abogados.
Pero en la sentencia, que Mills no quería que se hiciera pública, el juez concluyó que "en general fue uno de los testigos que menos impresionó".
En cambio, elogió a McCartney por haber dado un testimonio equilibrado durante los seis días de audiencia. "Se expresó moderadamente, aunque en ocasiones con un enojo justificable, si no ira", dijo Bennett. "Fue coherente, preciso e íntegro".
La sentencia fue por una quinta parte de la suma que ella había pedido, pero aún así implica el equivalente a unos 21.500 euros por cada día de los cuatro años que duró el matrimonio.
El fallo se ha hecho público
Mills dijo el lunes a los periodistas que estaba apelando contra la publicación "porque la sentencia involucró temas de la seguridad privada de mi hija", pero el martes perdió su apelación y el fallo de 58 páginas salió divulgado en una web.
En el dictamen, McCartney fue citado diciendo sobre su matrimonio: "Creí que era para toda la vida y que ponía todo en un nivel muy diferente. Dejamos de utilizar métodos anticonceptivos la noche en que nos casamos".
El magistrado indicó que Mills disfrutaba en las giras de conciertos de McCartney "porque le gustaba muchísimo la atención de los medios y del público".
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