Según ha informado la Guardia Civil en una nota de prensa, los agentes intervinieron el pasado día 9 de abril tres plantaciones de cannabis en los municipios de Maracena, Pinos Puente y Láchar gracias a la denuncia de un ciudadano a través de la oficina virtual de colaboración ciudadana que posee en su página web.

El pasado 1 de abril, la Guardia Civil recibió a través de su web la denuncia de un ciudadano de Maracena que alertaba que a su domicilio llegaba un fuerte olor a marihuana y pedía el favor de que alguna patrulla "echara un vistazo".

Esta denuncia fue trasladada a la Guardia Civil de Maracena y agentes del Área de Investigación de este puesto se encargaron de comprobar la certeza de lo denunciado. Averiguaron que existía una vivienda cercana a la del denunciante en la que "todo indicaba que existía una plantación de cannabis".

Hechas las pertinentes averiguaciones, la Guardia Civil registró el domicilio y descubrió que, en una de las habitaciones de la casa, los moradores estaban cultivando de manera intensiva 196 plantas de cannabis sativa; y que el cultivo era posible gracias a un enganche ilegal a la red eléctrica, como certificaron más tarde los operarios de Endesa. Una pareja, un hombre de 30 años y una mujer de 25, sin antecedentes policiales, fueron puestos a disposición judicial en calidad de investigados.

Tras este decomiso, el Instituto Armado realizó después otras dos intervenciones ese mismo día en las localidades de Pinos Puente, donde fueron intervenidas 446 plantas en un piso social que estaba dedicado en exclusiva

al cultivo de cannabis; y en Láchar, donde la Guardia Civil de Santa Fe descubrió que un individuo de 40 años "había dedicado dos habitaciones de su vivienda al cultivo intensivo de 300" macetas de marihuana.

En la intervención de Pinos Puente, la Guardia Civil investigó en un primer momento al arrendatario de la vivienda. No obstante, éste declaró a la Guardia Civil que había sido amenazado por los verdaderos propietarios de la plantación para que se inculpara y los identificó.

A raíz de esta declaración, la Guardia Civil ha detenido a dos jóvenes, uno de 29 años y otro de 26, ambos con antecedentes policiales, como presuntos autores de los delitos de defraudación de fluido eléctrico y contra la salud pública.