Hubo un tiempo en que casi todo lo importante de la historia de Castilla y España pasó en tierras segovianas. Cuéllar es uno de los lugares para darse cuenta de ello. Al llegar, lo primero que destaca es su castillo, entre gótico y renacentista y con ese indudable aire palaciego que casi invita a intrigar sobre cualquier personaje de la época.
Parece ser que este fue mandado construir por Beltrán de la Cueva, duque de Alburquerque y valido del rey Enrique IV de Castilla. De hecho, hubo un bulo en esa época que afirmaba que era el padre verdadero de la infanta Juana, más conocida como la Beltraneja.
Del castillo arrancaba un doble circuito de murallas del que quedan algunos restos que tienen cierto aire toledano. Al caminar por sus calles, aparecen continuamente palacios y casas nobles con blasones en la portada, además de una enorme cantidad de iglesias de delicado estilo mudéjar.
Los alrededores de Cuéllar muestran ese paisaje de esencia castellana con campos de cereal, praderas y pinares por donde se puede ir en busca de pueblos como Dehesa Mayor o Fuentes de Cuéllar y, sobre todo, el santuario de Nuestra Señora del Henar.
Cuéllar guarda el mayor conjunto de iglesias de estilo mudéjar de toda Segovia, pero se pueden encontrar muchos otros buenos ejemplos por todo este extremo noroccidental de la provincia. Así podemos iniciar una ruta que nos lleva a Campo de Cuéllar, Narros de Cuéllar y Samboal en busca de estos exquisitos templos del llamado románico de ladrillo.
Camino a Coca
La carretera provincial que lleva a Coca es casi un ejercicio de pintura realista. Cultivos, bosques y personajes. Conducir por la SG 3341 y la SG 3331 obliga a ir despacio para disfrutar del entorno. Cuando la ruta llega a Coca, historia y monumentos se adueñan del paisaje. Aquí nació el emperador romano Teodosio el Grande y recuerdo de esa época es Los Cinco Caños, una casa romana que conserva unas pinturas murales que recuerdan a las de Pompeya.
El gran monumento de Coca es el espléndido castillo de estilo gótico-mudéjar, uno de los mejores de su clase en toda España; y de los más elegantes. Situado a las afueras de la población, está protegido por un meandro del río Voltoya y un profundo foso, lo que realza mucho más su magnificencia. Sorprende encontrar una construcción tan grande y poderosa hecha prácticamente solo de ladrillo. Además, desde lo alto de la torre del homenaje se domina toda la Tierra de Pinares.
Muy cerca de Domingo García, coronando unos cerros desde los que la vista domina un inmenso territorio, hay una estación de arte rupestre que guarda uno de los mayores conjuntos de petroglifos de la Península, con centenares de figuras de todo tipo: figuras humanas, caballos, ciervos... Estas pueden tener hasta 12.000 años de antigüedad, situadas en un lugar tan poco frecuentado que uno puede creer que lo acaba de descubrir.
En Migueláñez se puede visitar, previa cita, la antigua fábrica de chocolate. En lo alto del Cerro del Castillo, muy cerca de Bernardos, existió en la Edad del Hierro un poblado fortificado que fue romanizado y del que se conserva, bien rehabilitada, parte de su muralla levantada con la abundante pizarra de la zona.
El río Eresma ofrece, en esta zona, abundante vegetación de ribera que incita a pasear, igual que los encinares que aparecen en las zonas elevadas de las lomas. La ruta continúa hasta Carbonero el Mayor, con su iglesia gótica que cobija un retablo con 21 tablas, pero más conocido por El Riscal, un lugar donde la carne se hace arte.
PARA COMER
Carretera El Henar, km 5,2. Cuellar. Segovia. Tlf. 921 14 17 22
Posiblemente, el lugar más creativo de la zona. Verduras y piñones viven cerca de lechazos y solomillos.
Carretera de Segovia, 25D. Carbonero el Mayor. Segovia. Tlf: 921 560 289
Pioneros de la carne a la piedra en la zona y en España. Su ganadería es su gran patrimonio. Jesús y Javier son unos maestros para explicar las nuevas formas del consumo de carne.
PARA DORMIR
Calle Canongia, 23. Coca. Segovia. Tlf: 679 350 483