La Policía Local de Gijón detuvo entre el 1 de enero y el 16 de marzo a 157 conductores. Casi todos, 152, habían superado la tasa de alcoholemia permitida. Uno de los detenidos se negó a practicar la prueba de alcoholemia, a dos les llevaron al calabozo por temeridad manifiesta y a otros tres por velocidad excesiva.

En este último caso, dos de los conductores fueron detectados por la avenida de Juan Carlos I a 111 y 112 kilómetros por hora, mientras que el tercero fue detenido por ir a 136 kilómetros por hora por la avenida de Los Campones. En los tres casos el límite de velocidad era 50 kilómetros por hora.

Además, desde principios de año, la policía gijonesa, dentro de su campaña contra el alcohol, ha hecho soplar a 2.853 conductores. De ellos, el 2,7%, es decir, 78, dieron positivo. Y la mayoría eran hombres, un 91%, 71 fueron hombres, y sólo siete mujeres. 29 de los conductores tenían una edad comprendida entre los 31 y los 40 años, y 23 tenían entre 21 y 30 años. En ese mismo periodo del año, hubo 25 accidentes de tráfico en los que estuvo presente el alcohol. Esta Semana Santa, se incrementarán los controles.