Esa desventaja, ha señalado Fernández, se está produciendo por el nivel de exigencia que se autoimpone la UE en su lucha contra el cambio climático.

"No debe ocurre que nuestro propio nivel de exigencia se convierta en una desventaja para la industria europea. Que no alentemos la fuga de carbono y , como resultado final, exportemos empleo e importemos CO2", ha señalado.

Fernández se ha pronunciado en estos términos en un discurso pronunciado en Oviedo ante embajadores de los gobiernos de los estados miembros de la UE, que han estado presentes en Asturias con motivo de la primera presidencia rumana del Consejo.

En su intervención, el político asturiano, que se ha definido como "decidido europeísta", ha reconocido que echa de menos que no se conceda, desde las instituciones comunitarias, una mayor atención a la coyuntura industrial de Europa.

Así, ha recordado que la industria europea tiene "fortísimos competidores", ya que a la competencia clásica de Estados Unidos se une ya el "ímpetu" de China, India, Corea o Taiwan. "El futuro de la Unión Europea está ligado a su prosperidad económica y ese objetivo exige ampliar, modernizar y mejorar nuestra industria", ha advertido Fernández.

EMBAJADORA DE RUMANÍA

En el acto en Oviedo, celebrado en el Palacio Conde Toreno, también ha intervenido la embajadora de Rumanía en España, Gabriela Duncau, quien ha explicado que fue hace un año cuando descubrió Asturias y le comentó al presidente del Principado que quería organizar una visita a la región con los demás embajadores de la UE acreditados en España.

"Una visita institucional donde todos pudiéramos conocer mejor esta tierra maravillosa", ha dicho. Duncau ha resaltado el carácter "acogedor, dirigente, creativo, luchador y solidario" que tienen los asturianos.