Un niño de once años, que permanecía secuestrado en Guatemala, fue asesinado por sus captores, a pesar de que su familia ya había pagado por su rescate.

La Policía Nacional Civil (PNC) informó de que el cadáver del menor, identificado como Diego Pu, fue localizado en el fondo de un barranco situado en el noroeste de la capital guatemalteca.

"El niño fue muerto a golpes", precisa el informe de la PNC. Pu había sido secuestrado el pasado jueves en un sector residencial del oeste de la capital cuando se dirigía al colegio.

Los secuestradores exigían al padre del menor medio millón de quetzales (unos 42.000 euros).

Después de negociar con los delincuentes, la familia les pagó una suma no determinada, "pero de todas formas lo asesinaron", explicó a los periodistas un portavoz de la PNC.