En su visita a la Universidad de Salamanca, Graue ha apuntado que el Gobierno estadounidense "está en su derecho de hacerlo" pero ha vaticinado sobre sus efectos que "no va a impedir la migración".

En cuanto a las fronteras al sur de México, y los efectos por las crisis de Venezuela, ha apuntado que es "distinto el problema" del país sudamericano con los de otros centroamericanos y que "lo peor" que se puede hacer ante ello es "cerrar las puertas".

Como "opinión personal", después de abogar por una "solución intermedia", ha defendido la actitud adoptada por las relaciones exteriores de México, una posición que, en palabras de Graue, ha sido "la correcta al no sumarse y alinearse con los deseos norteamericanos en Venezuela".