A través de esta declaración las Cortes recuerdan que la última vez que una ciudad española fue capital europea de la Cultura recayó en San Sebastián en 2016, una opción que entonces se impuso a otras candidatas entre las que se encontraban Burgos y Segovia.
Así, ahora el Parlamento recuerda que la ciudad de Burgos ha tenido una marcada vocación europea, "siempre" ha deseado abrir sus puertas a Europa y al resto del mundo y ofrecer a "todos los ciudadanos" su sentido universal, su patrimonio histórico y monumental y su apuesta "por la convivencia"
recogida en la Carta Europea de Derechos Fundamentales.
A través de este escrito el Parlamento insiste en la Burgos es el origen de la evolución humana con los Yacimientos de la Sierra de Atapuerca y también la lengua castellana, además de contar con un pasado histórico y tener la singularidad de atesorar tres declaraciones de riqueza cultural por parte de la Unesco como son su catedral, el Camino de Santiago y los Yacimientos de Atapuerca.
Por todas estas razones, las Cortes han mostrado su total respaldo a la candidatura impulsada por el Ayuntamiento de Burgos con el fin de contar con esta condición en 2031 con el fin de desarrollar a lo largo de ese año todo tipo de manifestaciones artísticas y culturales que llevarán a esta ciudad
a tener "un mayor reconocimiento internacional", un "gran" impacto cultural y socio-económico.
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