Las esperanzas del alcalde de la ciudad, Heliodoro Gallego, de que la Administración Regional diese el visto bueno a otras partes del Plan General y dejase sobre la mesa sólo aquellas con deficiencias, no se han cumplido.

El Pleno del Consejo de Urbanismo y Ordenación del Territorio analizó en su reunión de ayer la documentación que el Ayuntamiento y el equipo redactor del PGOU ha recopilado durante las últimas semanas para intentar salvar los principales escollos de la planificación urbanística: el peligro de inundación en tres sectores de la margen derecha del río Carrión y el PERI de los terrenos del soterramiento del ferrocarril.

El Ayuntamiento confiaba en desbloquear estas cuestiones en la reunión de ayer o, al menos, lograr que también se aprobasen partes concretas como la necesaria para el desarrollo de las nuevas zonas industriales.

Sus argumentos no lograron convencer al Pleno del Consejo de Urbanismo que sólo accedió a cumplir su compromiso: aprobar la parte del PGOU que afecta a las viviendas de Gaspar Arroyo que más sufrieron la terrible explosión del 1 de mayo.

Una vez que este acuerdo se publique en el Boletín Oficial de Castilla y León, la empresa pública Gical podrá echar a andar para comenzar la reconstrucción de los edificios de los bloques 2, 4 y 6.

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