El exgerente de la Fundación Botí ve "sesgado" el relato de Marisa Ruz y reclama una "auditoría"

  • El exgerente de la Fundación Provincial de Artes Plássticas Rafael Botí, Juan Antonio Bernier, ha calificado este viernes de "sesgado e interesado" el relato de hechos que, a juicio de la presidenta de dicha fundación, Marisa Ruz (IU), justificaba el cese el pasado lunes de Bernier, el cual, con "absoluta tranquilidad de conciencia", ha reclamado una "auditoría completa e independiente" de la fundación.

En un comunicado, Bernier ha dicho recibir "con relativa perplejidad y absoluta tranquilidad de conciencia las acusaciones" que le ha hecho este mismo viernes en rueda de prensa por también vicepresidenta tercera y delegada de Cultura de la Diputación y que, en opinión de Bernier, "constituyen un relato sesgado e interesado, magnificado y simplificado" de asuntos de los que, "por naturaleza", Marisa Ruz "es la principal responsable".

Entiende Bernier que dichas acusaciones de Ruz hacia él, de mala gestión e irregularidades, "responden a la necesidad de contrarrestar desesperadamente las evidentes y constantes muestras de apoyo" que afirma haber recibido Bernier tras su cese como gerente y que se ha "producido, como es público y notorio, en condiciones cuando menos peculiares".

A juicio del exgerente de la Fundación Botí, "la gravedad de alguna de las acusaciones, así como las intrigantes circunstancias que envuelven la resolución" de su contrato de alta dirección, "merecen una respuesta en los escenarios que la Ley proporciona en estos casos", aunque "más allá de los atentados" contra su "honorabilidad, a Bernier le preocupa "el descrédito que su presidenta está infringiendo a una institución como la Fundación Botí, tan necesaria para el tejido cultural de Córdoba y su provincia", y a la que asegura haber "servido con sacrificio y dedicación, dando lo mejor" de sí mismo, hasta donde se le ha permitido.

Como ciudadano, Bernier dice comprender "la preocupación de los contribuyentes ante estos acontecimientos" y, por ello, exige a Marisa Ruz, "en aras de la transparencia y de la defensa del bien común de los que presume" que, entre otras medidas, "lidere la encomienda de una auditoría completa e independiente de la Fundación, que incluya en primer lugar, pero no únicamente, el periodo transcurrido bajo nuestra gestión", aunque Bernier considera que "esta auditoría debería ser valiente y consecuentemente aplicada a la Delegación de Cultura de la Diputación, de la que también es responsable".

También le pide Bernier a Ruz "que haga públicas las actas del consejo rector (de la Fundación Botí) en que se aprobó 'por unanimidad', según su relato", la destitución del ya exgerente, que también le pide a la presidenta de la Fundación, "que ponga a disposición de la ciudadanía los expedientes completos, una vez resueltos por los órganos competentes, de los asuntos mencionados en rueda de prensa".

Por último, Bernier ha querido "agradecer las innumerables muestras de apoyo y respaldo" a su gestión, "recibidas incluso después de estas acusaciones", por sus "compañeros, colaboradores, agentes culturales, artistas y usuarios de los servicios que presta esta Fundación, digna de ser tratada con más delicadeza y respeto por su máximo responsable", señalando Bernier, por último, que le apena "especialmente, en lo personal, el dolor y la inquietud causados inmerecidamente a la familia Botí".

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