Estas falsas amenazas sirvieron para que la joven denunciara a su expareja y fuera detenido por quebrantamiento de condena, ya que tenía una orden de alejamiento en vigor que le prohibía ponerse en contacto con ella por cualquier medio.

El exnovio de la ahora investigada denunció que alguien había usurpado su identidad en Internet y que estas amenazas de muerte a través de Instagram eran falsas. Un juzgado de Instrucción de Granada admitió a trámite la denuncia y ordenó a la Guardia Civil en octubre de 2018 que lo investigara.

Los agentes solicitaron a los responsables de esta red social datos del perfil desde el que se hicieron las amenazas y así averiguaron que todo se había realizado desde el actual domicilio del joven investigado en Albolote y desde el ordenador de su novia.

La Guardia Civil ha interrogado a ambos jóvenes, que se acusan mutuamente de ser los responsables de crear el perfil falso en Instagram y de las amenazas.