La plataforma AntiZAS -que agrupa a hosteleros, comerciantes y vecinos de las cuatro zonas ZAS (Xúquer, Wooody, Juan Llorens y El Carmen), además de Ruzafa- ha arrancado este miércoles la campaña 'Se vende. Razón Ayuntamiento', para protestar contra el "acoso y derribo" por parte del consistorio valenciano a las pymes de hostelería, ocio y pequeño comercio.

Según sus cálculos, si en la época de mayor prosperidad para el sector, entre los barrios de Xúquer, Woody, Juan Llorens, El Carmen y Ruzafa había más de 1.500 empresas que generaban unos 10.000 puestos de trabajo, a lo largo de la última década, 300 locales han echado el cierre y se han perdido más de 2.000 empleos.

Esta situación que, según han explicado desde la Plataforma, arrastran desde el anterior gobierno municipal del PP y que continúa ahora con Compromís y PSPV, les ha llevado a emprender una serie de acciones reivindicativas. Entre ellas, prevé presentar en los próximos días una queja al Síndic de Greuges, con más de 150 firmas, solicitando su "amparo ante la indefensión a la que están sometidos". Además, presentará un recurso contencioso-administrativo que ya están redactando sus abogados.

La campaña de protesta se han iniciado este martes con una marcha reivindicativa desde el barrio del Carmen hasta la Plaza del Ayuntamiento de València, donde buscan ganar visibilidad aprovechando la Mascletà de las Fallas.

Los hosteleros denuncian que el Ayuntamiento está llevando a cabo "medidas que ponen en riesgo al sector". El presidente de la asociación de comerciantes y hosteleros de Ciutat Vella 'Albarca', Jesús Ortega, ha llamado la atención la "irregular aprobación de la ZAS del Camen, con la inconsistencia de sus mediciones sonoras y el fraude de su modificación en el último pleno al incorporar 8 nuevos folios a la ordenanza que había, y sacando una zona nueva: una 'zona de respeto' que cuando se aprobó la ZAS el 28 de enero no existía".

Lo que está haciendo el consistorio son "chapuzas", la lamentado. Según Ortega, declarar zonas ZAS les "perjudica porque se está recortando el horario, con lo que las horas más productivas para cualquier sector de la hostelería que son las doce o doce y media de la noche tenemos que estar retirando las terrazas, cuando ahora mismo en el centro histórico o que más se trabaja son terrazas".

A su juicio, "no tiene sentido que se estén abriendo ahora tantos hoteles" y que "en lugar de invertir en cómo dar unos buenos servicios y mejores terrazas que atraigan a los turistas, siempre dentro de la normativa, lo único que hagan es atacarnos, reducir y castigarnos, cuando lo único que hacemos es crear puestos de trabajo y hacer que cuando venga la gente tenga unos buenos servicios".

"TODOS ESTAMOS CONTRA EL RUIDO"

Desde la plataforma AntiZAS, Ortega ha querido dejar claro que "hosteleros y comerciantes, todos estamos en contra del ruido. Nosotros somos vecinos también de València vivimos en el barrio, con lo cual nos afecta igual que a todos. Lo que no puede ser es que los únicos perjudicados y a los únicos que se criminalice por el ruido sea a los hosteleros".

Así ha exigido que se haga "un buen estudio en el que se pueda saber exactamente de dónde viene cada ruido y a partir de ahí aplicar medidas". "Por ejemplo, ahora en Ruzafa se van a poner sonómetros, cuando llevamos diciendo hace un montón de tiempo que primero que nada se apliquen medidas para reducir el ruido, consensuadas entre vecinos y hosteleros" pero "no ha habido manera, directamente han puesto los sonómetros que es el paso previo a poner una zona ZAS", ha lamentado.

Según el hostelero, "lo único que hacen es castigarnos, no hay ninguna medida realmente a favor ni del turismo, ni de la hostelería, ni del comercio".

"SI NOS VAMOS, VENDRÁN FRANQUICIAS"

Además, ha advertido que "en el momento en que nosotros nos vayamos porque no podamos trabajar, lo que va a venir detrás, con los alquileres que se comen aquí, son franquicias. Si queremos un centro lleno de franquicias y de gentes sin corazón y que no va a aportar nada ni a la hostelería ni a la gastronomía ni al comercio, vamos en el camino", ha sentenciado.

Según Ortega, "de repente, en lugar de ser una persona que está generando puestos de trabajo, riqueza y dando lo mejor de ti a la gente que viene de fuera, al final te sientes como un criminal. La policía viene y te empieza a pedir papeles, ha hablarte de malas maneras, ha acosarte incluso, cosas que no entendemos", ha concluido.