Según fuentes policiales, los hechos tuvieron lugar el 9 de febrero en una tienda de la calle Alonso de Ojeda, hasta donde acudieron los agentes después de que el propietario descubriese, al ir a abrir el local, que le habían robado.

A su llegada, los policías constataron que la entrada del establecimiento estaba formada por dos puertas batientes de cristal, unidas y fijadas por un cierre metálico que estaba fracturado, y, además, vieron el interior revuelto.

El dueño les manifestó que le habían sustraído un ordenador portátil, un monitor de equipo informático y un teléfono móvil, entre otros efectos, y, en la inspección junto a los policías, el propietario vio un teléfono móvil que estaba sobre la mesa de un escritorio, que no era de él, por lo que sospecharon que su procedencia "solamente podía deberse a un olvido del presunto autor de los hechos".

La investigación, centrada en dicho terminal, ha permitido finalmente identificar a su titular, al que le constan 40 antecedentes policiales por diferentes hechos delictivos, entre ellos varias detenciones por

delitos contra el patrimonio.

Finalizada la investigación, la Brigada de Policía Judicial decretó la detención del presunto autor de los hechos, requisitoria que fue cumplimentada el martes por agentes policiales en la calle Sarasate, que ha sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia.