Llega la fecha de la boda y, ese día, no hay que dejar nada para la improvisación, ni tan siquiera el baile. Aquí es cuando entra en acción Guillermo Alonso. Tiene una empresa que enseña a parejas de novios a bailar. Acaba de recibir un premio de Bancaja como «joven emprendedor».

¿Qué novedades ofrecen?

Nos amoldamos a los novios, en cuanto a horarios. Además, les ofrecemos coreografías totalmente personalizadas para ellos.

¿Cuánto tiempo necesitan para aprender a bailar?

En cuatro sesiones aprenden a bailar, es decir, en tres horas. Creo que es da tiempo de sobra para que se puedan aprender bien los pasos, si quieren perfeccionar más serían necesarias más sesiones.

¿Son muy caras las clases?

Las cuatro sesiones, cada una de ellas dura unos 45 minutos, cuestan 120 euros.

¿Sucede algo si los novios no tienen canción?

No, nosotros se la buscamos. Antes les hacemos unas preguntas para conocer sus gustos y, finalmente, la adaptamos para ellos.

¿Los valencianos se defienden bien en el baile?

Los valencianos bailamos estupendamente, aunque como en todas partes, siempre hay excepciones.

¿Tienen pensado ampliar?

La verdad es que sí. Nuestra empresa es muy joven, sólo llevamos cuatro años en el mercado, pero tenemos pensado expandirnos por toda la provincia.