Rami Malek cumplió con las quinielas y ganó el Oscar a mejor actor por su papel de Freddie Mercury en la cinta Bohemian Rhapsody.

Malek se impuso a los también nominados en esta categoría Bradley Cooper (Ha nacido una estrella), Christian Bale (El vicio del poder), Viggo Mortensen (Green Book) y Willem Dafoe (Van Gogh, a las puertas de la eternidad).

"Gracias a Queen por dejarme ser la parte más diminuta de su fenomenal y extraordinario legado", señaló Malek sobre el escenario. "Estoy en deuda con vosotros para siempre", agregó.

Sin embargo, todavía colea una anécdota que tiene que ver con el actor, y que se produjo, precisamente, tras recoger el galardón.

Malek perdió el equilibrio al bajar del escenario por un inoportuno traspié y se cayó justo frente al patio de butacas.

El momento, que no se vio por televisión y solo lo captaton algunos fotógrafos presentes en la ceremonia, se aprecia cómo Malek intenta utilizar el propio Óscar como bastón.

Las imágenes también recogieron cómo los servios de emergencia del Dolby Theatre acuden a atender al actor y cómo se recupera del percance, ya que en fotografías posteriores se le ve sonriendo y saludando al público asistente.