En este sentido, en el escrito recibido por la Fiscalía el pasado 3 de enero (acompañado de documentación), se exponían los problemas que se estaban presentando en las aguas de Gijón, "con importantes manchas oscuras y con olor", lo que conllevó a la prohibición del baño en la playa de San Lorenzo", dice el texto.

"En el último fin de semana de mayo se produjo otro vertido de aguas fecales que causaron graves trastornos para la salud de las personas, y que de las muestras tomadas parece que tras el primer vertido fecal se duplicó el máximo permitido de concentración de la bacteria e-coli para considerar el agua apta para el baño", advertían en el documento los denunciantes.

Tras recibirse el escrito, se incoaron diligencias de investigación para determinar la existencia o no de indicios de delito, que fueron remitidas a la Fiscalía de Área de Gijón, competente para su tramitación.

Las diligencias, que ya han comenzado a practicarse, tendrán una duración máxima de seis meses y, al cabo de ese tiempo (como máximo) y tras las investigaciones oportunas, la Fiscalía presentará la correspondiente denuncia en el Juzgado si considera que hay indicios de delito (y comience así la instrucción en el Juzgado de Instrucción correspondiente) o presentará decreto de archivo, si considera que no existen tales indicios de infracción penal.