La muerte de Betancourt es «cuestión de semanas»

Así lo cree el Gobierno francés, que ha pedido la inmediata liberación de la ex candidata presidencial colombiana.
La candidata presidencial, en una imagen de 2007.
La candidata presidencial, en una imagen de 2007.
La candidata presidencial, en una imagen de 2007.

La situación de Ingrid Betancourt, la ex candidata franco colombiana a la presidencia secuestrada por las FARC en 2002, es dramática.

Así lo aseguró ayer el primer ministro francés, François Fillon: «Esta mujer está enferma, se sabe, y ya se sabía desde hace varios meses [...] ahora hay testimonios extremadamente precisos. Es probablemente una cuestión de semanas. Tiene que ser liberada». «Es realmente necesario» que «todos entiendan, y en particular las FARC, que el mundo entero les condenará si no liberan a Ingrid Betancourt cuanto antes», afirmó Fillon.

Sarkozy, dispuesto a todo

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, también pidió a las FARC la liberación, ya que se trata de «una cuestión de vida o muerte». Sarkozy se mostró «dispuesto a ir en persona a la frontera de Venezuela y Colombia a buscar a Ingrid, si fuera una condición puesta por las FARC.

Las declaraciones se produjeron un día después de que cuatro ex parlamentarios fueran liberados por la guerrilla, en una negociación auspiciada por el presidente venezolano, Hugo Chávez. Una de las rehenes, la ex congresista Gloria Polanco, afirmó que la ex candidata «está muy enferma». Otro de los liberados, Luis Eladio Pérez, añadió que Betancourt tiene «problemas físicos y está muy maltratada por la guerrilla», que se ha «ensañado» con ella.

Su hija, angustiada

La hija de Betancourt, Mélanie Delloye, se mostró ayer «extremadamente angustiada» por el estado de su madre: «Está viva, pero no sé por cuánto tiempo», advirtió.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, también se mostró preocupado por la situación de Betancourt. El mandatario pidió al jefe de las FARC, Manuel Marulanda, que «mientras seguimos tramitando» la liberación de la ex candidata, ordene que sea trasladada a un lugar donde él la tenga cerca. «Eso es urgente», expresó el gobernante, porque «es posible que tú no sepas» que las condiciones de su cautiverio son «muy delicadas», agregó.

«Estoy cansada de sufrir»

«No tengo ganas de nada y creo que esto último es lo único que está bien: no tener ganas de nada». Es parte del contenido de varias cartas que Ingrid Betancourt, secuestrada desde hace seis años por las FARC, ha enviado a su marido a través de los cuatro rehenes liberados el pasado miércoles, según informó ayer Noticias Cuatro. «Ponte en paz contigo mismo, ponte en paz conmigo», añade la política a su esposo, y confiesa que «estoy cansada de sufrir», y concluye: «Siento que la vida de mis niños está en stand-by, esperando a que yo salga y su sufrimiento diario hace que la muerte me parezca una opción dulce».

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