La brecha económica entre el norte y el sur se nota también en las aulas, al menos en las de Madrid. Un estudio realizado por CC OO con datos de la Inspección Educativa de la Comunidad destaca que el fracaso escolar es mayor entre los municipios más pobres de la región que entre los más ricos, tanto en la educación pública como en la privada.

En las zonas con mayor renta de la comunidad, –oeste y norte– donde los ciudadanos ganan una media anual de 22.452 y 18.901 euros respectivamente, la tasa de fracaso escolar ronda el 20%. Mientras, en las más pobres, –este y sur– con una renta media anual alrededor de los 10.000 euros, el 27,4% de los alumnos abandonan antes de obtener el título de ESO.

Cada vez más repetidores

Aunque la evolución desde 1999 es positiva, ya que cada vez dejan de estudiar menos alumnos y las diferencias entre zonas se reducen (ver gráfico), no pasa igual con los repetidores, cuyo número aumenta: en 1994 el 36,8% de los chavales de 15 años repetía, en el 2005 era el 40,8%.

La Comunidad, por su parte, asegura que el 73% de los jóvenes de la región pasan la ESO, cuando la media nacional es del 70%, aunque estos datos, obtenidos de Educación, sólo tienen en cuenta a los alumnos de 15 años.

Seguir estudiando o colgar los libros... ellas eligieron

Beatriz Díaz-Parreño. 20 años. Estudia una carrera. "No me gusta que me regalen nada". Beatriz vive en San Lorenzo de El Escorial (en el norte de la región), y estudia Comunicación Audiovisual en la Complutense. "Elegí la pública porque la ESO la hice en un privado y no soportaba ese ambiente. Ahora además trabajo. No me gusta que me regalen nada", afirma. Aunque le agrada estudiar (acabó Bachillerato con una nota media de 8,7) reconoce que el apoyo de su familia ha sido la clave de su éxito escolar: "Mi madre se licenció en Derecho, pero ejercía de ama de casa y me ayudaba con los deberes mientras mi padre trabajaba en el banco".

Marta Alhambra. 18 años. Ayuda en su casa. "Me hubiera gustado ser psicóloga". Marta es vecina de Fuenlabrada (en el sur de la región) y en la actualidad ayuda a su madre en el cuidado de sus dos hermanos pequeños de 7 y 9 años. Ella es la mediana de cinco. "Dejé de estudiar a los 15, repitiendo 3º de la ESO. Nunca he estudiado nada, prefería irme a la calle con la pandilla", confiesa. Los padres de Marta se separaron al poco de nacer ella. Ahora, los cinco hermanos viven con su madre y el novio de ésta en un piso. "Casi ninguno de mis amigos estudia, prefieren el dinero que les da trabajar", explica. "Me hubiera gustado ser psicóloga... pero no. Es demasiado tiempo. Ahora busco curro en una fábrica".

1 ¿Tiene algo que ver el nivel de renta familiar con el éxito escolar de los hijos? Sí, en las familias más pobres los padres están menos detrás de sus hijos para que estudien, bien porque no tienen tiempo o porque no creen que el nivel de estudios determine una mayor promoción social.

2 ¿Y no hay otras causas? Sí, el nivel cultural y formativo de los progenitores también cuenta, ya que a medida que los pequeños traen deberes más complicados a casa, como redacciones en inglés o derivadas, les resulta más difícil, por no decir imposible, ayudarles.

3 ¿Y la motivación? En cierta medida viene determinada por la presión social. Entre los jóvenes de clase baja la pandilla de amigos empieza a trabajar muy pronto y al que estudia y no tiene dinero le ven como el pringao. Entre las clases altas no sucede lo mismo.

4 ¿También se nota la diferencia entre la pública y la privada? En los colegios privados existe mayor homogeneidad social al poder elegir su alumnado. Así se pueden deshacerse de los estudiantes que presentan más dificultades con el aprendizaje, como los inmigrantes. Eso hace que puedan presentar mejores resultados que la pública.

5 ¿Cómo se ataja este problema? Invirtiendo más dinero para contratar a más profesores de apoyo, con desdoblamientos de clases, con tutorías que hagan un seguimiento del alumno, con clases más cercanas entre estudiantes y maestros...