La investigación comenzó con la denuncia del dueño del coche en la que daba cuenta de la sustracción de las cuatro ruedas cuando estaba estacionado en el barrio de la Calzada.

El propietario contó que durante la noche del pasado día 3 de febrero le habían quitado los neumáticos y las llantas de su automóvil y las habían sustituido en la parte delantera por dos piedras y en la trasera por un tablón de madera.

Las cuatro ruedas estaban valoradas en más de 800 euros, por lo que había dado parte al seguro para que se hiciese cargo de la reparación del perjuicio causado.

La Policía sospechó del relato del denunciante dado las circunstancias en las que incurrió el dueño del coche. Tras citársele de nuevo a declarar, el hombre admitió haber falseado los términos de la denuncia y no haber sufrido ningún robo.

Este alegó que había denunciado la sustracción para conseguir que la póliza de su seguro le sustituyese por completo las ruedas que estaban muy deterioradas y que suponía un coste muy elevado que en estos momentos no podía asumir.