Se trata de una actuación demandada por las asociaciones y entidades de residentes, que reclamaban esta iniciativa "con la que asegurar el mantenimiento de la zona que en la actualidad sirve de punto de encuentro de las familias a través de un proyecto que cuenta con su participación", según ha destacado la delegada Adela Castaño en un comunicado del Consistorio.

La solución propuesta consiste en la instalación de un cerramiento metálico enacero, construido con tres barras horizontales de tubo calados a troquel y atravesados verticalmente por otros tubos cada 15 centímetros que aseguran su consistencia.

Para ello, se ha utilizado acero galvanizado en su confección y resultan resistentes a la radiación ultravioleta y a los agentes atmosféricos que facilita la permanencia del color a pesar de la exposición al sol y a altas temperaturas.

Además, se han colocado dos puertas que facilitan el acceso para personas conmovilidad reducida en los horarios en los que la instalación permanece abierta. Con esta nueva valla metálica se pretende preservar el edificio de actos vandálicos, así como evitar intrusismos mientras el equipamiento permanezca cerrado.