Subdelegación y Tráfico escenifican la puesta en vigor de reducción de 100 a 90 km/hora en vías convencionales

  • La subdelegada del Gobierno en Huelva, Manuela Parralo, y la jefa provincial de Tráfico, Cristina Gago, han asistido este lunes a la colocación de la última señal en la N-431 como escenificación de la puesta en vigor de la norma que obliga a la reducción de velocidad de 100 a 90 kilómetros por
OLYMPUS DIGITAL CAMERA
OLYMPUS DIGITAL CAMERA
SUBDELEGACIÓN DEL GOBIERNO.
OLYMPUS DIGITAL CAMERA

hora, tal y como se recoge en el marco de la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020.

El 75 por ciento de los accidentes con víctimas se producen en estas vías y, además, la velocidad inadecuada es la causa concurrente en el 20 por ciento de los accidentes con víctimas, según ha informado la Subdelegación del Gobierno en un comunicado.

La subdelegada ha destacado que de esta forma "nos equiparamos a otros países de la Unión Europea, donde amplios estudios han avalado esta decisión". Por su parte, la jefa de Tráfico ha afirmado que en 2017 en Huelva la velocidad inadecuada fue "un factor concurrente en el 14 por ciento de los accidentes con víctimas", y en 2018 la cifra fue "de un 20 por ciento" donde estuvo presente la velocidad inadecuada como "causa directa"

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha finalizado así la estrategia diseñada para disminuir los accidentes de tráfico y sus consecuencias, en el marco de la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020, que fija como objetivo principal que la tasa de fallecidos por siniestros de tráfico disminuya considerablemente.

Con la colocación de esta última señal por parte del equipo de mantenimiento de carreteras, ha entrado en vigor en Huelva y en toda España la modificación de los límites de velocidad en las carreteras españolas, primer objetivo de este Real Decreto que ha modificado el Reglamento General de Circulación y que fija un cuadro simplificado de velocidades máximas en las vías. Así, en las carreteras convencionales los límites serán 90 kilómetros por hora (turismos, motos, y autobuses) y 80 kilómetros por hora (resto de vehículos).

La razón de esta media, y su primer objetivo, que es la reducción de la velocidad, se basa en múltiples estudios y estadísticas, ya que el 75 por ciento de los accidentes con víctimas se producen en estas vías y, además, la velocidad inadecuada es la causa concurrente en el 20 por ciento de los accidentes con víctimas.

Según el informe de impacto previo elaborado por el Observatorio de la Seguridad Vial de la DGT, esta norma reducirá "un 10 por ciento los fallecidos en estas vías". Así, en 2017 de los 1.321 fallecidos en vías interurbanas, 1.013 ocurrieron en vías convencionales, "porcentaje que ha oscilado durante los últimos diez años en el intervalo 76-80 por ciento", confirma un informe del Observatorio de Seguridad Vial y la Subdirección General de Movilidad de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Así, la velocidad inadecuada estuvo presente en 400 de esos fallecimientos. Solo en las salidas de la vía con un solo vehículo se produjeron 367 y en la mitad de los casos había velocidad inadecuada. Además, el índice de letalidad -número de fallecidos por cada cien víctimas de accidente- de las vías convencionales es de 2,7 casi el doble al de autovías y autopistas.

El segundo objetivo es la reducción del diferencial de velocidad entre vehículos ligeros y pesados, por el que se reduce el diferencial de velocidad entre los tipos de vehículos a un máximo de 10 kilómetros por hora. La reducción del diferencial favorece la fluidez de la circulación, especialmente en momentos de mayor intensidad, y ayuda a reducir la accidentalidad derivada de vehículos que circulan a velocidades dispares.

A nivel internacional, y atendiendo al contexto europeo, se estima que reducir la velocidad en las vías convencionales es "clave" para contener la accidentalidad. Por esto, la mayoría de los estados europeos, han ido adoptando medidas de reducción de las limitaciones de velocidad en aquellas vías que no hay separación física de sentidos.

MENOS VELOCIDAD, MENOS ACCIDENTES

Según numerosos informes realizados en el 2018, la influencia directa en la frecuencia y severidad de los accidentes, señalan que con más altas velocidades de conducción, el tiempo, el número de accidentes y su severidad, crecen desproporcionadamente y confirman que reducir la velocidad media cinco kilómetros por hora en estas vías, reduce un 28 por ciento los accidentes mortales.

Una subida del uno por ciento en la velocidad media conlleva un crecimiento del dos por ciento en la frecuencia de accidentes con víctimas, del tres por ciento en la frecuencia de accidentes graves y del cuatro por ciento en el de accidentes mortales.

Atendiendo a lo expuesto "resulta oportuna y necesaria" la reforma parcial del Reglamento General de Circulación, con el objetivo de modificar y homogeneizar la velocidad máxima en las carreteras convencionales por ser las vías con más altas tasas de siniestralidad como medida correctora de seguridad vial, siguiendo la estrategia europea en relación con las velocidades máximas en dichas vías y observando los principios de buena regulación establecidos.

AUTOBUSES

En el caso de

los autobuses, la limitación genérica a 90 kilómetros por hora es debido a la baja siniestralidad continuada de este tipo de vehículos, si bien aquellos que no estén dotados de cinturón de seguridad no podrán circular a más de 80 kilómetros por hora.

Asimismo, los nuevos límites irán acompañados de un incremento de la vigilancia para reforzar su cumplimiento, ya que bajar las velocidades en las carreteras siempre "es complicado y conflictivo, ya hay muchos sectores que se muestran reacios".

En este caso ha habido consenso en todo el proceso de consulta y participación con los titulares de Carreteras, los funcionarios de Tráfico, Guardia Civil, agentes sociales, empresas privadas, con clubes de automóviles y revistas del motor, como consecuencia de explicar las cosas "adecuadamente" al ciudadano.

De otra parte, el exceso de velocidad no sólo incide en la seguridad vial, también tiene una influencia negativa sobre el medio ambiente, la calidad de vida y el consumo de combustible. Dependiendo del tipo de vehículo el consumo ideal de combustible suele estar en torno a una velocidad de 90 kilómetros por hora. De hecho, si aumenta a 120 kilómetros por hora, el consumo se incrementa en un 30 por ciento.

Desde la entrada en vigor de la Ley del Permiso por Puntos, en España más de un 40 por ciento de las sanciones y casi un 50 por ciento de los puntos detraídos lo han sido por causa del exceso de velocidad.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento