Los cordobeses fueron más solidarios en 2007 a la hora de donar alimentos a los más necesitados. El banco de alimentos de Medina Azahara repartió 1.500.000 kilos en 2007 respecto a los 980.000 kilos de comida que distribuyó en 2006. «Desde esta organización pretendemos garantizar que ningún cordobés pase hambre», comenta el gerente del mismo, José Ortega, y «gracias a las empresas que ceden sus productos podemos llevar víveres a 225 instituciones en la provincia.» Entre los beneficiarios se encuentran asociaciones parroquiales, centros hospitalarios, campamentos juveniles, casas de acogida – donde se han repartido 50.974 kilos– centros de mayores, conventos, guarderías, o residencias de ancianos, entre los que se encuentra los hermanos de la Cruz Blanca. Entre los productos que reciben a diario se encuentran tanto los perecederos como alimentos enlatados o conservas. Productos Cada día se reparten 300 kilos de comida entre siete instituciones diferentes. «Hay mucho trabajo, desde recoger los alimentos que ceden las empresas, a traerlos a la nave, almacenarlos y hacer los paquetes necesarios que necesitan los beneficiarios y podérselos llevar en el día», comenta Ortega.

Muy pronto, gracias a un convenio con una empresa de software, todos los bancos de alimentos de España estarán conectados para distribuir los excedentes.

La idea del banco de alimentos  nació en Estados Unidos hace 45 años, y se extendió por Europa. En España, Barcelona fue la primera que tuvo una sede. En las grandes superficies, fábricas de productos alimenticios y empresas agropecuarias, hay excedentes de producción y artículos con una corta fecha de caducidad que no podrán ser asumidos por la demanda de los mismos. Los bancos de alimentos pretenden ser intermediarios para que esta comida, que acabaría en desecho, pueda servir a personas con carencias.