Tras alcanzar un acuerdo de conformidad entre las partes en la sesión de juicio celebrado este lunes, el acusado, defendido por el abogado José Medina (Carbajal y Asociados), ha reconocido los hechos y ha aceptado una pena de un año y seis meses de cárcel por un delito de detención ilegal frente a los siete que solicitaba inicialmente el Ministerio Público; así como ha aceptado seis meses de prisión por un delito de lesiones por herir al secuestrado en una oreja con un cúter para que relevara información sobre la localización de la droga desaparecida, en lugar de los tres años que pedía la Fiscalía.

En este sentido cabe recordar que es la misma pena que la impuesta a otros tres acusados, un tío y su sobrino -de nacionalidad española- y un ciudadano de nacionalidad marroquí, quienes participaron en el secuestro en Sevilla en diciembre de 2011 de un varón, cuñado del propietario de la nave en un polígono de Sevilla en la que se custodiaba el alijo de hachís desaparecido.

Además, el tribunal, que hará entrega de la sentencia este martes al condenado, ha impuesto a F.J.M.G. el pago de 4.900 euros en concepto de responsabilidad civil subsidiaria a la víctima y de 210 por los daños causados a un patrullero de la Policía Local cuando fueron detenidos los cuatros implicados. Igualmente, el condenado deberá pagar una multa a razón de seis euros diarios durante 20 días.

HUIDO A CANADÁ

El secuestrado, tras permanecer un par de días retenido en un piso de la capital, logró romper la cinta con la que fue maniatado y escapar.

F.J.M.G. huyó de la Justicia y por eso ha sido juzgado este lunes. Se marchó con su mujer a trabajar a la ciudad canadiense de Toronto, donde tras protagonizar "una pelea" con su pareja, según han informado a Europa Press fuentes del caso, fue detenido.

Entonces, la policía canadiense tuvo conocimiento de que pesaba sobre él una orden de busca y captura, siendo extraditado a España posteriormente en el verano de 2018.