En el libro, la rubia televisiva cuenta como sus compañeras de reparto Shannen Doherty (Brenda) y Jennie Garth (Kely) no tenían una gran amistad e incluso alguna vez llegaron a las manos por pequeños enfrentamientos.

"Shannen lo tenía todo, pero es muy arrogante y aunque Jennie pasaba en ocasiones explotaba y comenzaban los enfrentamientos", según se puede leer en la obra.

Doherty, la niña de la mala reputación.

"Una noche con [Shannen] significaba ir al club más caliente y beber hasta la madrugada. Sabía que ella era una 'mala influencia', pero de todos modos me gustaba estar con ella".

"En cuanto a Luke Perry, él me llamaba su 'camello' porque decía que tenía las pestañas muy largas".

Y, por último, también admite que no se trataba sólo de su papel de Donna, sino que entre ella y Brian Austin Green (David en la serie) había una pasión interna.