Esta tecnología está diseñada para estimar las necesidades hídricas "específicas" de las plantas y árboles ubicados en la zona a regar, en función de su ubicación, densidad y la climatología de la zona.

En concreto, permite programar el riego de zonas verdes en base a la cantidad de agua a aportar al conjunto de plantas establecidas en cada uno de los diferentes sectores que componen un jardín o parque, la previsión de precipitaciones en la zona, así como del tipo de sistema de riego que se emplea.

Hasta la fecha, el proyecto piloto se ha llevado a cabo en los jardines de Raco III, Isleta dels Lleons y Parque del Standing de Cullera y se seguirá testeando esta tecnología durante los próximos meses a fin de poder iniciar su implantación en próximos ejercicios en las zonas verdes de la ciudad.

La gerente de Aigües de Cullera, Laura Gascón, ha destacado que la compañía ha apostado desde sus inicios, hace ahora 25 años, "por la gestión sostenible del agua que permita el desarrollo social y turístico de la ciudad de Cullera".

"Este compromiso se materializa en datos como, por ejemplo, la reducción en un 40 por ciento el agua suministrada respecto a hace 15 años pese al incremento de la población y la afluencia turística", ha apuntado.

A este proyecto se suman otras acciones como las campañas de búsqueda de fugas, el uso de agua salobre en los lavapiés de la las playas, la telelectura, así como la inversión en infraestructuras hidráulicas y renovación de las existentes, "que ponen de manifiesto el compromiso con la sostenibilidad de Aigües de Cullera", ha indicado la compañía.