La celda de las liberadas es como un espacio intermedio entre la muerte y la vida, entre el ayer y el mañana, entre el interior y el exterior. Por eso se llama La Esclusa. La celda en que la actriz Maica Barroso vive esta historia está entre la calle y la cárcel. Está muy cerca de recuperar la libertad, tras cumplir 16 años. Es el punto de partida de la obra La Esclusa, que la compañía andaluza Devenir representa  en el Teatro Alhambra.

La directora francesa Silvie Nys adapta la obra homónima de su paisano Michel Azama, considerado uno de los autores contemporáneos de teatro imprescindibles en la programación de cualquier sala.

Teatro político y poético en clave de monólogo para contar la situación de esta mujer que siente un gran miedo e incertidumbre ante lo que le espera tras las rejas que son su hogar. El público vivirá con ella esa última madrugada, que se desarrolla entre el humor (se ríe a veces de sí misma) y la desesperación. Sabe que nada es como lo era antes.

«La obra incide en el aspecto de la reinserción. Habla de un reducto de personas que están ahí, que existen. Por eso quise ponerme en la piel de esta mujer que sufre, que vive, que siente, que espera... El personaje me hizo más humana», dice Maica Barroso.

* Teatro Alhambra. C/ Molinos, 56. Hoy y mañana, a las 21 horas. Precio: 12 euros.

Trabajando la soledad

La protagonista del montaje, Maica Barroso, sostiene que La Esclusa «es un texto lleno de poesía» y destaca que frases como «imaginar el amor me duele más que su ausencia» le ponen «los pelos de punta» al decirlas. Además admite que, como la obra está planteada en forma de monólogo, lo que más le ha costado ha sido «trabajar la soledad, imaginar a esa reclusa sola, dentro y fuera de la cárcel». La escenografía de este montaje de la compañía andaluza está dominado por el minimalismo, con el objetivo de «reflejar esa mezcla de pesadilla y de sueños que tiene esa mujer en su última noche en la cárcel», explica la propia directora, Silvie Nys.