La calificación provisional de la Fiscalía, consultada por Europa Press, indica que la menor decidió cortar la relación con su progenitor después de que, el día de su cumpleaños y en presencia de sus amigas, fuera testigo una agresión hacia su madre, por lo que decidió avisar a la Guardia Civil, según recoge la descripción de hechos del Ministerio Público.

No obstante, el relato fiscal apunta que la menor habría sufrido insultos y menosprecio por parte de su padre desde que era pequeña, especialmente durante los periodos que pasaba junto a él, en los que habría sido obligada a "acompañarlo a realizar transacciones en las que podría estar implicada droga".

Con esto, y tras la separación entre los padres, la joven habría sido víctima de "guantazos, puñetazos, patadas y empujones" aunque "no acudió nunca al médico" pese a las lesiones sufridas a manos del acusado, a quien le constan antecedentes por homicidio, robo con violencia y conducción bajo los efectos del alcohol.

La acusación de la Fiscalía apunta a que la menor recibía llamadas desde distintos números en las que era insultada con el objetivo de "anular su bienestar psíquico y generarle ideas autolíticas", hasta que finalmente un día la adolescente trató de quitarse la vida de una manera drástica.

Aunque la joven no consiguió su propósito, sufrió múltiples heridas físicas, por las que ingresó en el hospital más de dos semanas y pasó otros 84 días de recuperación.

A raíz de estos hechos, el fiscal solicita ocho años de prisión por un delito de inducción al suicidio, tres más por un delito de violencia habitual, cuatro por un delito de amenazas y un año más por un delito de maltrato. Igualmente, le reclama un año de prisión por un delito de violencia sobre la mujer en relación a la agresión hacia la madre.

Además de las penas privativas de libertad, la acusación fiscal reclama una indemnización de 5.100 euros para la menor, la retirada de patria potestad por un periodo de nueve años y una alejamiento de 300 metros hacia ella e incomunicación de 18 años.