Según informa hoy la Comisaría Provincial de Policía en un comunicado, los arrestados son Juan M.M., de 65 años y con antecedentes por un delito por falsificación de moneda; Angel C.C., de 45 años; Luis C.S., de 36; María Jesús C.C., de 65 años; María M.C., de 42 años; Josefa Inés M.C., de 39; Manuela M.C., de 47; Dolores S.R., de 64 años, y Alfonso C.S., de 44. Todos son vecinos de Linares y sólo el último está en la cárcel.

Los hechos ocurrieron cuando el empresario que responde a las iniciales de J.M.M. pidió prestado dinero a un amigo por una cantidad de 5.400 euros. Un dinero que fue "devuelto con creces". El relato de la Policía explica que la víctima en un principio tuvo que ponerse en manos de un prestamista que saldó la anterior deuda y se convirtió en acreedor de la misma.

Esta persona le exigía el pago de 600 euros semanales en concepto de intereses y el deudor, que regentaba un establecimiento en Linares, los iba pagando poco a poco, pero la deuda iba ascendiendo. Mientras tanto, otros miembros de la organización esperaban su momento para entrar en acción y cuando la víctima se veía desbordada ante tantos intereses un tercero se le ofrecía para pagarlos, pero esto a su vez generaba más y la deuda se multiplicaba.

De esta forma, por el negocio iban apareciendo "supuestos acreedores", que decían haber comprado parte de la deuda y que exigían a su vez grandes cantidades de dinero. De hecho, uno de los integrantes de la organización consiguió que la víctima le llegara a comprar un "flamante BMW X5 con toda clase de extras, e incluso, que le reformara la casa con los mejores lujos". En total, el perjudicado llegó a pagar 500.000 euros aproximadamente, con lo que su deuda se multiplicó así en un cien por cien.

La Policía destaca que estos hechos se pudieron cometer gracias a la colaboración de la mujeres y los familiares de los acreedores, que "perseguían y amenazaban" al deudor y a su mujer con "hacer algún mal" tanto a ellos como al negocio e, incluso, a la hija recién nacida del matrimonio.

Temeroso e inquieto por si pudieran llevar a cabo las amenazas, J.M.M. fue pidiendo créditos e hipotecando sus pertenencias para dar el dinero a la organización hasta el punto de que los bancos le denegaron cualquier tipo de endeudamiento más y tuvo que recurrir a su familia y amigos para conseguir nuevos créditos.

A principios de la semana pasada, abatido por la situación que estaba viviendo, el empresario se decidió a comunicar los hechos en dependencias policiales y tras una "intensa investigación" y debido al "gran dispositivo" organizado por funcionarios de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Linares, se logró el esclarecimiento de los hechos.

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