Fue este lunes cuando el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, avisaba a Llamazares de que el transfuguismo

y crear un partido para competir electoralmente contra IU es algo muy grave y que la dirección federal tomará esta tarde una decisión sobre su futuro.

Llamazares ha dicho que no puede mantener un diálogo con la dirección hasta que no se retiren esas "descalificaciones", algo que tampoco ocurrió con las "acusaciones" realizadas a eurodiputadas como la también asturiana Ángela Vallina. "Normalmente suele preceder a alguna medida de exclusión", ha señalado Llamazares sobre esa forma de actuar.

"El debate político se ha degradado mucho en este país, pero para mí no vale todo; hay que tener un mínimo de confianza para poder dialogar", ha indicado, rechazando el recurso a "insultos e injurias".