Anne Jacobs abre una carta al pasado en 'Las hijas de la villa de las telas'

  • La escritora alemana ambienta su nueva novela en la Primera Guerra Mundial.
  • Metódica en el oficio, Jacobs asegura que cuando escribía "estaba pensando en 'Downton Abbey'".
La escritora Anne Jacobs.
La escritora Anne Jacobs.
JORGE PARÍS
La escritora Anne Jacobs.

Anne Jacobs sabía, desde un principio, que La villa de las telas tendría una secuela. "Estaba previsto de antemano", asegura. Y con ello se puso a escribir Las hijas de la villa de las telas, que llega a las librerías de la mano de Plaza y Janés (Penguin Random House), sin saber que sería la tercera parte, aún por editarse en nuestro país, la que le daría todo un público fiel en su Alemania natal y la encumbraría como autora de best-sellers.

Pero para ella "fue una sorpresa". "No es que los otros libros no fuesen bien, pero nada espectacular", asegura, "pero es increíble". "Cuando publiqué la primera parte se colocó en el puesto 21 de los más vendidos. Siempre es un puesto muy malo porque los 20 primeros se ven en todas partes, pero el número 21 se queda olvidado. Hice el segundo y no fue un triunfo. Y llegó el tercero, un éxito en términos de ventas que arrastró hacia arriba los otros dos. Y de repente ahí estaba, en el puesto número 1", relata.

Jacobs conoce muy bien los referentes a los que seguir. "Lógicamente siempre estaba pensando en Downton Abbey, la serie británica. La gente me hablaba de ella y me puse a verla. De ahí surge la idea: la diferencia entre los señores de la casa y el servicio", resume.

"A mí lo que me encanta de esta historia es que los que están abajo, a pesar de todo, son conscientes de su valía y no se consideran una especie de casta en la que iban a quedarse toda la vida", disecciona. La veterana escritora insiste en que "sabían que existía una jerarquía que les permitía pasar de un estatus a otro, orgullosos de poder estar en una villa, en una casa tan importante". "En cierto modo, también se sienten parte de la familia", puntualiza.

La narración, de hecho, intercala la vida de las tres hermanas protagonistas con las de sus sirvientas, aunque no pretende que sea "ningún tipo de crítica al clasismo", así como enfrenta ambos relatos a la crudeza de la Primera Guerra Mundial.

"Yo misma conozco la Primera Guerra Mundial de una fuente muy fiable, las cartas de mi padre, ya fallecido, que participó", relata. Además de Internet, esas misivas fueron de gran importancia para su literatura, dado que también sirven de base en la narración: "[Mi padre] Tenía 20 años cuando le llamaron a filas, era estudiante  y él le escribía a mis abuelos. Estos lo que hicieron fue copiar todas las cartas a un libro. Se hacía mucho en esa época: se recibían cartas, se trasladaba todo a un librito y se le colocaba en letras doradas 'La Guerra Mundial' porque nadie pensó que habría una segunda".

Así se va hilvanando pero desenredándose esta historia del Augsburgo de 1916. Aunque la autora va buscando centrarse en "las emociones, como es evidente". Por otro lado, añade, "tienes que construir una narración que sea interesante y conseguir que se metan en la historia conforme la vas escribiendo y leyendo", para lo que Jacobs apuesta, de nuevo, "por los sentimientos". "Yo creo que siempre escribo igual", dice sonriendo.

Porque la escritora, que usa pseudónimo, es bastante metódica: "Cuando digo que escribo entre seis y ocho horas diarias escribiendo es que estoy entre seis y ocho horas al día delante del ordenador, tecleando. Empiezo en torno a las seis de la tarde. Soy ave nocturna, hasta la medianoche. Y tengo dos perros que cuando se acerca la hora ellos ya se van a dormir".

Preguntada sobre si, dado que la novela transcurre en torno a cien años atrás, ve similitudes entre aquel comienzo de siglo y este, suspira: "Espero que no sea así. Lo que se vivía en Europa era un auge del ejército, en el que todos querían ser más fuertes y tener mejor armamento que el otro. Sobre todo los rusos y los propios alemanes. Las naciones se comportaban como los grandes machos".

¿Y ahora no? "Afortunadamente, creo que en Europa ya no es así. Y bueno, todavía tenemos dos mujeres que tienen mucho que decir como son Theresa May en Inglaterra y en Alemania seguimos teniendo a Angela Merkel y creo que mientras estén gobernando las mujeres no va a haber guerra", sentencia.

Por último, adelanta parte de lo que se podrá leer en la tercera parte: "Vamos a vivir el asesinato de una de las figuras que aparecen en el libro. Se hablará mucho de los niños que, al comienzo de la historia, tendrán unos 5 y 8 años. Y Marie y Paul van a vivir una crisis en su matrimonio tremenda".

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