Cada año, el Estado distribuye entre los Ayuntamientos el dinero y los bienes que dejan al fallecer personas sin herederos. En 2008, a Oviedo le han correspondido 50.000 euros y el Ayuntamiento ha decidido «repartirlo entre asociaciones y entidades asistenciales, siempre necesitadas de recursos», según anunció ayer la concejala de Servicios Sociales, Belén Fernández.

La Cocina Económica, que este año afronta unas obras de remodelación presupuestadas en 100.000 euros, recibirá la mitad (25.000 euros). El resto será para el albergue de transeuntes Cano Mata Vigil (12.500 euros) y la residencia para mayores de la congregación de Hermanistas de los Desamparados (12.500) euros.

Además, Belén Fernández prometió «alguna aportación municipal más» a lo largo del año para las obras de la Cocina Económica.

En estas instalaciones, la Congregación de Hermanas de Caridad se encargan de preparar y repartir almuerzos y cenas. En los últimos cuatro meses, han registrado un incremento del 20%en las comidas que se sirven, unas 5.000 al mes.

La asociación benéfica de la Cocina Económica -que se encarga de recaudar fondos para el comedor- achaca este incremento de usuarios a dos razones: La población inmigrante y sin medio económicos ha aumentado y mucho y la recesión económica afecta cada vez a más gente.

La Cocina Económica estrena horno y lavavajillas industriales. El Ayuntamiento pagó los 23.000 euros de coste. Con ellos, las Hermanas de la Caridad tendrán más facilidades para preparar unas 200 comidas diarias para indigentes, inmigrantes o jubilados. Quien puede, abona 50 céntimos «pedagógicos», para que no se gasten en otra cosa.