No podrá ir a clase porque tiene que estar 500 metros alejado de su profesor. Un Juzgado de Menores de Sevilla ha impuesto una orden de alejamiento a un menor, de 14 años, por dos delitos de amenazas y atentado contra un docente del instituto La Paz, en la barriada de Rochelambert. El adolescente fue detenido el jueves pasado por las continuas amenazas al profesor y por intentar agredirle en los genitales.

Todo ocurrió cuando el profesor, que imparte Latín,  fue llamado por uno de sus compañeros porque el acusado se negaba a cumplir con sus obligaciones en clase. En ese momento, el «enfurecido» joven le dijo que le iba a «abrir la cabeza con un hacha». No ha sido la única amenaza. Hubo otras como «voy a por ti» o «voy a venir con toda mi pandilla de las Tres Mil Viviendas».

La Policía puso al adolescente a disposición de la Fiscalía de Menores de Sevilla el viernes por la mañana para que dictaran medidas cautelares. El juzgado ha decretado su libertad vigilada y una orden de alejamiento, tanto del centro escolar como del profesor al que amenazó, hasta el día en el que se celebre el juicio.

A los pocos días estaba previsto un juicio rápido, pero no pudo celebrarse porque el docente, que aún está de baja, sufría una crisis de ansiedad.

Sin notificación

La Delegación Provincial de Educación dice que aún no ha recibido notificación oficial del juzgado de Menores, pero asegura que en cuanto llegue tomarán las medidas oportunas. Todo apunta a que el niño se tendrá que cambiar de centro, ya que no puede quedar sin escolarizar.

La asociación Pro Derechos del Niño considera acertada la orden de alejamiento y asegura que esto «demuestra la ineficacia» del sistema educativo para hacer frente a este problema.

Derecho a defenderse

Los profesores de los centros educativos de Andalucía pueden defenderse, en último extremo y en legitima defensa, si algún estudiante les agrede. La Junta de Andalucía redactó tres protocolos a principio de curso para saber qué hacer ante acosos escolares, agresiones a profesores y personal no docente, y maltrato infantil. Los profesores pueden pedir ayuda a sus compañeros si no pueden controlar la situación. Así mismo, la Junta ofrece al agredido asistencia jurídica.