Según ha informado este miércoles este cuerpo policial en un comunicado, las mujeres debían aceptar servicios sexuales a cualquier hora del día y estaban sujetas a sanciones económicas en caso de incumplir las normas internas.
La investigación empezó a finales de 2016 por la denuncia de una mujer de nacionalidad rumana que aseguró que un matrimonio extranjero y sus colaboradores la estaban explotando y que le obligaban a pagar la mitad de lo abonado por el cliente y multas en caso de incumplir sus reglas.
Los investigadores lograron desmantelar la organización, que tenía una estructura jerarquizada, y que controlaba un matrimonio formado por un ciudadano francés y una rumana, que tenían a sus órdenes a lugartenientes que se encargaban del blanqueo del dinero y de vigilar a las mujeres.
Los líderes de la banda habían llegado a gestionar tres prostíbulos de Cambrils, aunque actualmente tenían en marcha el chalé, y la Policía les atribuye delitos de prostitución, trata de seres humanos con fines de explotación sexual, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales.
La operación ha sido desarrollada por agentes de las Brigadas Provinciales y Locales de Extranjería y Fronteras de Tarragona y Reus, en colaboración con agentes de la Policía Local de Cambrils (Tarragona).
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