Una jubilada hereda 40 millones de dólares

  • Tras comprobar que es hija de un potentado hacendado que murió hace 25 años y cuyo cadáver fue robado.
  • Eva ha vivido creyendo que su progenitor era el marido de su madre.
  • Para constatar la filiación de Paole con Otero se utilizaron los restos de la madre del hacendado, Justina Porras.
La jubilada argentina Eva Paole y el hacendado Rufino Otero.
La jubilada argentina Eva Paole y el hacendado Rufino Otero.
EFE / EL DIARIO LA PAMPA
La jubilada argentina Eva Paole y el hacendado Rufino Otero.

Una jubilada argentina, que apenas cobra 214 dólares por mes, se hará con una fortuna de 40 millones de dólares tras comprobar que es hija de un potentado hacendado que murió hace 25 años y cuyo cadáver fue robado.

En el pueblo todos se conocen y todos empezaron a decir que sí, que yo era hija de Otero

Eva Paole, de 68 años, se enteró hace nueve años que podía ser hija de Rufino Otero, propietario de grandes extensiones de campo en la provincia de La Pampa, Argentina. Aunque asegura que, asegura que "el dinero no lo es todo" y que lo importante es que ha descubierto cuál es su "verdadera identidad".

Eva siempre creyó que era hija del marido de su madre, hasta que unos amigos del hijo de Eva le advirtieron de un rumor que corría por el pueblo: ella podría ser hija de Otero.

"Empezamos a averiguar si podía ser cierto. En el pueblo todos se conocen y todos empezaron a decir que sí, que yo era hija de Otero", relató.

En busca de la verdad

Comenzó así una cruzada judicial, que ha terminado con pruebas genéticas que han determinado que Eva es en un 99,9 por ciento hija del hacendado fallecido.

Aunque desconoce en qué ha quedado la fortuna de su verdadero padre, pues un sobrino de Otero "se ha dado todos los gustos" con el dinero de la herencia, dijo la mujer.

Paole, que ha sacado adelante a sus tres hijos tras quedar viuda a los 26 años, al enterarse de la noticia se presentó a la Justicia para reclamar lo suyo en agosto de 1999 y exigió un examen de ADN, pero el trámite se complicó porque un mes y medio después de iniciada la demanda la tumba de Otero fue profanada para poner otro cadáver en sustitución de el del hacendado.

Hasta que el año pasado, una denuncia anónima que llegó a la policía indicó que el cadáver de Otero había sido llevado a un cementerio de Morón, a las afueras de Buenos Aires y fue cremado.

Una prueba crucial

Para constatar la filiación de Paole con Otero se utilizaron los restos de la madre del hacendado, Justina Porras.

No sé si me gustaría cambiarme el apellido (Paole es el materno) después de tantos años y de que Otero no me hubiera apreciado 

Eva asegura que Sarasola Arenaz, el sobrino, que murió el año pasado, se oponía a los exámenes genéticos.

"No estaban conformes. Por eso, sacaron el cuerpo", afirmó.

El próximo paso que se espera es la inhibición de los bienes de Otero en poder de la familia Sarasola.

"No sé si me gustaría cambiarme el apellido (Paole es el materno) después de tantos años y de que Otero no me hubiera apreciado. Lo único que sé es que realmente él era mi padre. Y lo importante es saber mi identidad", asegura Eva después de nueve años de incertidumbre.

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